Consumo del alcohol✔ Lenguaje explícito✔ Servillismo/sumisión/adulación✔
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Una simple azotea, se había vuelto en el consultorio de la pareja de amigos para contarse sus problemas y reirse un rato de la horrible vida que llevaban los dos, claro mientras consumían una buena botella de vino, de aquellas que cuestan más que la vida de todos tus ancestros y futuros parientes.
- ¿Por qué sigues trabajando en el hospital si tanto detestas hacer los trabajos de ahí?- Te preguntó mientras te pasaba la botella de vino.
- Porque me pagan bien- este se rió ante tu comentario - Hablo en serio- tomaste un trago del líquido haciendo una mueca por su sabor.
- Yo también hablo en serio, ¿No has visto cuánto les pagan a los doctores?- te miró amenazante, era obvio que no trabajabas ahí solo por eso, había otra explicación, pero no se lo querías decir.
- Suficiente ya me cansé- tomó la botella antes de que pudieras beber más - ¡Oye es de los dos!- reclamaste, Él elevó la botella a una altura que no pudieras alcanzar, incluso se paró al filo de la azotea, usaría tu miedo a las alturas contra ti.
- ¡Kokonoi bájate de ahí!-
- No te gusta trabajar en el hospital, no has dejado de quejarte de lo asqueroso que es, entonces ¿Por qué sigues ahí?- hizo una pausa cuando notó que agachabas la mirada, se hincó para quedar frente a tu cara y tomar de tu barbilla con suavidad.
- ¿Por qué haces algo que no quieres?-
El silencio reinó por unos minutos sus penetrantes iris de color negro no dejaban de mirarte insistiendo que hablaras y te desahogaras con él.
"Kokonoi siempre fue un imbécil y egoísta que solo pensaba en él, le interesa hacer dinero y nada más".
Esa es la percepción que la mayoría tenía de él, pero tu no pensabas así, para ti él era una persona ambiciosa sí, pero aunque no lo demostrará sí mantenía cierto interés en proteger a algunas personas.
Y por esa y más razones él era tu amor platónico, te gustaba desde que eran niños, pero jamás te atreviste a decirle, porque sabías que a él solo le importaba Akane y era mejor estar a su lado como su amiga que arruinar todo confesándote sabiendo que no tienes una oportunidad.
Sabías que su obsesión por el dinero y por Akane era perjudicial y aunque lo desearas con todo tu ser, el no podría verte de otra forma. Renunciaste a su amor cuando viste la ilusión que le daba aquella chica de pelo claro. Te bastaba con ver su sonrisa y sus pomulos ligeramente sonrojados, pero cuando ocurrió el incendio, notaste como tu adorado amigo y amor platónico se desvanecia poco a poco, como su desesperación y angustia se hacían presentes.
Querías ayudarlo y le diste tus ahorros que en ese tiempo eran apenas unos centavos, te sentías mal por no poder hacer nada más.
Y fue peor cuando Akane murió y notaste como ya no quedaba nada de Koko, siempre te sentiste mal por no poder ayudar a Akane, por lo cual tomaste la decisión de volverte médico para ayudar a Koko si lo necesitaba o ayudar a alguna chica que viviera la misma historia.
