El fuerte olor que la tierra emanaba después de las fuertes lluvias que habían azotado recientemente el bosque, era de las cosas que más amabas de este lugar.
Árboles gigantes que parecían infinitos, flores exóticas , algunos insectos que deambulaban por ahí...
Era el escenario perfecto para realizar tu ritual semanal.
Agarraste suficiente aire para mandar esa sensación de paz a tu cuerpo. acompañada únicamente del brillo tenue de la luna sacaste unas velas, un encendedor, los brazaletes y el incienso que necesitabas.
Colocaste las velas de forma que se formara un círculo, las prendiste una por una junto con el incienso y colocaste los brazaletes en tus tobillos.
Te quitaste el suéter que tenías puesto, revelando el leotardo negro que siempre usabas para este ritual en especial y te posicionaste en el centro del círculo.
Lentamente moviste tu cuerpo rítmicamente recreando los pasos que aquella danza ameritaba. Pusiste tu mente en blanco y cerraste los ojos escuchando la naturaleza ignorando por completo que un par de ojos dorados, te miraban con curiosidad.
No llevaba mucho tiempo en el bosque, estaba aburrido y no podía dormir así que salió a plena luz de la luna a buscar algún animal o algo que captará su escasa y fugaz atención.
Al mirar a una joven de complexión delgada y pequeña, quiso ignorarla, pero al mirar como empezaba a prender unas velas y moverse de forma cautivadora, decidió quedarse a ver qué hacía aquella "brujita".
______ movió sus brazos lentamente, meneando sus caderas y provocando que los brazaletes colocados en todas partes de su cuerpo sonarán por los cascabeles atados a ellos.
El chico se fue acercando a una piedra que se encontraba justo a espaldas de la chica, para tomar asiento y apreciarla mejor.
Pasó sus ojos, recorriendo cada centímetro de su cuerpo, notando lo poco voluptuosa que era. No le parecía fea, pero tampoco era la gran cosa.
Ella al terminar su danza quedó quieta en una posición, recobrando el aire al mismo tiempo que recitaba sus agradecimientos y mantras especiales para la ocasión.
O eso estaba haciendo antes de escuchar unos aplausos a sus espaldas provocando que perdiera su concentración.
Los ojos de la muchacha miraron con confusión a la figura a sus espaldas.
—Eso fue sensual~
Su voz emitía cierta burla, la chica frunció el seño por haber sido interrumpida. Se dió la vuelta encarando a aquél chico que se había atrevido a perturbar su paz.
— ¿Quién eres?— habló monótona mente analizándolo, su apariencia y ese tatuaje en sus manos que representaba la muerte, le daban mala espina.
El mayor se levantó de la piedra y se acercó a ella, la diferencia de altura era hilarante para él, tomó la fina mano de la chica y plantó un beso.
— Hanma Shuji, pero tú preciosura, puedes llamarme como desees~
Ella solo lo mira con algo de molestia. Apartó su mano y la limpió en su ropa con algo de asco. — necesitabas algo?–
— un beso no me vendría mal...
— me refiero a ¿qué haces aquí y por qué me interrumpes?— habla con molestia.
— no siempre encuentras una brujita en medio del bosque... Menos una tan bonita— alza su barbilla haciendo que la mire—
— Por si no te has dado cuenta aún, estaba ocupada...
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oňє sһօţs, ɦɛaɖċaռռօռs, tʏքɛs,ɨʍaɢɨռas, ʐօɖɨaċ sɨռɢ: Tokyo Revengers
Fanfiction"𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓 𝒔𝒊 𝒆𝒔𝒕𝒂́𝒔 𝒂𝒉𝒊̄, 𝒔𝒖𝒆𝒏̃𝒂 𝒚 𝒗𝒊𝒗𝒆 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒓 𝒓𝒆𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒕𝒖𝒔 𝒔𝒖𝒆𝒏̃𝒐𝒔 𝒂𝒖𝒏𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆𝒂 𝒑𝒐𝒓 𝒖𝒏𝒐𝒔 𝒑𝒐𝒄𝒐𝒔 𝒊𝒏𝒔𝒕𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒊𝒍𝒖𝒔𝒂 𝒆𝒏𝒔𝒐𝒏̃𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏, 𝒑𝒐𝒓𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒏𝒕𝒐...