Género: Cute/Romantico Oc ✔ Sin lenguaje explícito✔ Romance✔
Se recomienda discreción, no se busca ofender a nadie con los temas tocados en este one shot creado por entretenimiento.
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1/05/2005 (𝒟𝒾̄𝒶 𝓊𝓃ℴ)
Sus orbes lilas estaban profundamente perdidos en la tercera mesa de la cuarta fila de su salón. Había una chica de cabellos negros y ojos ámbar, sentada apreciando su pequeña libreta, donde movía su lapicera redactando algo de lo cual no era capaz de ver a esta distancia.
Se concentraba tanto en mirarla, como si fuera una obra maestra. Notando como fruncía el seño, mientras negaba ligeramente. Concentrada en su libreta.
Le transmitía sensaciones desconocidas, sin embargo estás eran bien aceptabas por el chico.
La había conocido hace unas semanas, cuando accidentalmente le metió un pelotazo en educación física, fue un encuentro bochornoso, pero a ella no parecía importarle mucho, solo se limitó a asentir, sin articular ninguna palabra.
Eso era lo que más curiosidad le daba, jamás la ha escuchado hablar, siempre la observaba y nunca articulaba nada bucalmente. Solo hacia señas de vez en cuando, aunque tampoco podía extrañarse mucho, pues la chica evitaba socializar la mayor parte del tiempo con personas ajenas a sus amistades.
Y después de días tratando de conseguir el nombre de la chica lo logró "Masaki Rei" ese era el nombre de esa muchacha tan hermosa.
Sumido en sus pensamientos no notó a la presencia femenina, que estaba a su lado, hasta que esta tocó levemente su hombro.
-- ¿Disculpa, tu eres Mitsuya cierto? -- El peli morado asintió levemente.
--Sí soy yo, ¿pasa algo? --
La chica se removió un poco incómoda, pensando si seguir adelante con lo que estaba por hacer. Ganándose la mirada curiosa del contrario.
-- Una Am,Una admiradora secreta tuya, me pidió darte esto-- sacó un sobre de su suéter y lo entregó al chico.
Takashi se sorprendió por la repentina acción, sin saber que decir más que un murmuro de agradecimiento.
-- Bueno yo ya cumplí, hasta pronto-- Notando el nerviosismo de la muchacha esta se fue corriendo por la salida del salón.
Regresando a ver la tarjeta, notó lo bonito que era el sobre color crema con bordados de mandalas a los extremos.
No tenía( por obvias razones) el nombre de la persona que enviaba la carta por lo cual se resignó a solo abrirla.
