El frío estaba congelando los dedos del chico, sentía su nariz completamente helada y estaba casi seguro de que tenía las mejillas sonrojadas. Era un pésimo día para estar en altas horas de la noche caminando entre las calles, incluso era aún peor no haber traído nada para abrigarse.caminó más rápido con la intención de llegar a la estación lo antes posible y poder irse a su casa. Al llegar a la parada, pudo divisar a una chica sentada viendo su celular mientras comía helado.
Con el frío que había le parecía una completa locura comer algo así.
se sentó a su lado sin prestarle ya mucha importancia, sacó un cigarro de su bolsillo y también su encendedor, por lo menos eso calmaría un poco las molestias que el clima le estaba causando.
O eso pensaba, lástima que sus planes se verían arruinados cuando un carro decidió ir a toda velocidad justo en frente de ellos salpicando toda el agua que se encontraba en un charco directo al chico y a los zapatos de ella.
Los dos se quedaron estáticos Shin sentía como el agua sucia escurría de su cabello erizándole la piel, ella lo volteó a ver sorprendida.
-Hoy no es mi día- susurró el chico sediendo al frío dejando que su cuerpo temblara.
_____ quiso contener una risa, aunque no lo logro de forma exitosa, llamando la atención del contrario. Ella se quitó su abrigo ofreciéndolo apenada por reirse de la situacion
-Lo s-siento-
El sonrió levemente negando el abrigo.
—morirás de frío si yo lo uso. —Ella negó con la cabeza insistiendo en que lo tomara -yo no estoy completamente empapada-
La chica se acercó un poco más a Shinichiro alertándolo, colocó el abrigo sobre sus hombros intentando abrigarlo.
-Gracias.... - Eres muy amable. - respondió al gesto abrazándose a si mismo para mantener el calor.
La contraria asintió y se levantó de su asentiendo dirigiéndose a la tienda que estaba solo a unos cuantos metros de la estación. Se tardó unos minutos y salió con dos chocolates calientes, uno lo colocó a la par del pelinegro recibiendo una mirada de asombro por tal gesto.
-El chocolate te va ayudar a mantenerte más caliente en lo que llegas a tu casa. -
retomó su asiento y empezó a beber el chocolate acompañada del otro.
-Muchísimas gracias, en serio no era necesario- dijo dando una reverencia apenado por las molestias.
-Soy ____, no te preocupes fue un acidente.- extendiste tu mano
-Yo soy Shinichiro- apretó gustoso dándote una sonrisa amigable.
- Oye, ¿Estás solamente tú aquí?-
Sus ojos daban a entender cierta preocupación mirando atentamente a su salvadora.- Sí, no podía dormir bien. Entonces vine a mi tienda favorita por un helado - rascó su cuello apenada
- ¿Por qué helado?- la curiosidad se hacía presente en sus palabras, cosa que enterneció de cierta forma a la chica quien normalmente no era muy social con la gente.
- El frío me da sueño-
El Sano mayor frunció el seño al escuchar su corta respuesta. Entre más indagaba sobre ella, menos la comprendía.
No tuvo tiempo de replicarle pues el metro por fin había llegado, ambos se miraron y se dieron una corta sonrisa, se subieron y se sentaron juntos.
En el trascurso del viaje, ambos siguieron compartiendo todo tipo de conversaciones, conociéndose más, riendo y disfrutando la compañia mutuamente.
El metro paró de moverse justo en la parada donde se vajaría ella, tomó sus zapatos mojados que anteriormente se quitó y salió de su asiento.
Shinichiro no perdió tiempo, le resultaba muy cómodo hablar con ella y ciertos rasgos de su personalidad le hacían sentir en confianza.
Con los nervios a flor de piel, antes de que se bajara tomó de su brazo llamando su atención.
- Oye, yo p-pues, fue agradable hablar contigo, ne gustaría saber si puedo tener tu número- cerró los ojos esperando el rechazo.
Escuchó la dulce risa de la chica - Un Helado.-
- ¿Qué?-
- Si quieres mi número, comprame un helado. Mañana te espero a las 12 en el mismo lugar- sonrió divertida bajando del metro dejando al chico completamente confundido.
Se sentía emocionado y al mismo tiempo confundido, no lo rechazo, pero tampoco le dió su número.
Tardó unos segundos en darse cuenta
- ¡UNA CITA!-
Sin más Shin regresó esa noche a su casa con una sonrisa y un brillo en sus ojos que hicieron a sus dos pequeños hermanos verse entre si.
-¿Cuánto a que conoció a una chica?
- Subo la apuesta, ¿Cuánto a que lo vuelven a rechazar?
- 100 yenes.
-hecho
-hecho-
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Me desaparecí por las fiestas PERO AQUI ESTOY DE REGRESO.
Bueno sin nada más que decir me despido, nos vemos en la próxima actualización.
Bye bye✨
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oňє sһօţs, ɦɛaɖċaռռօռs, tʏքɛs,ɨʍaɢɨռas, ʐօɖɨaċ sɨռɢ: Tokyo Revengers
Fanfiction"𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓 𝒔𝒊 𝒆𝒔𝒕𝒂́𝒔 𝒂𝒉𝒊̄, 𝒔𝒖𝒆𝒏̃𝒂 𝒚 𝒗𝒊𝒗𝒆 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒓 𝒓𝒆𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒕𝒖𝒔 𝒔𝒖𝒆𝒏̃𝒐𝒔 𝒂𝒖𝒏𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆𝒂 𝒑𝒐𝒓 𝒖𝒏𝒐𝒔 𝒑𝒐𝒄𝒐𝒔 𝒊𝒏𝒔𝒕𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒊𝒍𝒖𝒔𝒂 𝒆𝒏𝒔𝒐𝒏̃𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏, 𝒑𝒐𝒓𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒏𝒕𝒐...