Capítulo XXXVIII

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XXXVIII

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XXXVIII. Sangre en el agua

285 A.C.

-Por mucho que disfruto de tu compañía, buen hermano. Aún no deberías haber venido.

Robert estaba junto al timón del barco, mirando a Jaime Lannister, que aún se recuperaba.

El pobre caballero todavía tenía moretones en la cara y un corte en el labio a pesar de semanas de curación. Afortunadamente para él, las damas todavía lo encontraban atractivo.

Si Livia supiera que dejó venir a su hermano, incluso con todas sus heridas, abofetearía a Robert hasta la próxima década.

Había pasado demasiado tiempo. Habían perdido el tiempo con las reuniones y si tuviera que esperar más, se habría bebido toda una taberna hasta dejarla seca. Decididamente había dejado a Jon a cargo del reino mientras navegaba hacia Dorne.

Ned había cabalgado hasta Desembarco del Rey justo cuando estaban a punto de zarpar, diciendo que se lo debía a Livia. Si la niña no hubiera entregado el último mensaje de su padre, Ned estaría perdido.

Llevaban varias semanas en el barco y Robert se estaba hartando de la vista de los océanos interminables.

-Oh, por favor. Su honorable y obediente amigo, Ned Stark, está aquí y yo no debería estar-Jaime se burló.

- ¿Celoso?

- ¿De tu íntima hermandad? No gracias, todavía me queda algo de dignidad.

Robert sonrió. En ocasiones normales, se habría reído a carcajadas de la broma, pero no podía reírse en sí mismo cuando se dirigía a recuperar a su esposa del hombre que la secuestró.

Jaime se aclaró la garganta, haciendo que Robert lo mirara-Escucha, no es mi intención entrometerme, pero vi tu armadura y tu martillo de guerra. ¿Estás planeando matar a Oberyn Martell? ¿Es eso?

Había traído la armadura por una apariencia de comodidad. No iba a enfrentarse al dornish en sedas, iba a venir como el guerrero, el hombre que acabó con la dinastía Targaryen. Tal vez entonces, sabrían que no se están enfrentando a un rey cobarde.

Robert lo había pensado en varias ocasiones. Matar a Oberyn Martell. Después de todo, el príncipe dorniense se había llevado a su esposa. Sería fácil, había matado a Rhaegar Targaryen, podía matar a Oberyn Martell.

Pero ¿y Livia? ¿Querría ella que matara a Oberyn?

-Honestamente, no lo sé. Esperemos que las cosas no tengan que reducirse a eso-Robert respondió.

-Bueno, espero que tomes tu decisión pronto-Dijo Jaime.

Robert preguntó, confundido- ¿Por qué?

-Porque ya estamos aquí.

-Porque ya estamos aquí

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𝑨𝒇𝒕𝒆𝒓𝒎𝒂𝒕𝒉 ||  𝑹𝒐𝒃𝒆𝒓𝒕 𝑩𝒂𝒓𝒂𝒕𝒉𝒆𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora