KAOS| Hange Zoë

DOS

La fragancia a rosas que emanaba aquel té era sumamente exquisita, tanto por la infusión como por las deliciosas preparaciones que los dos cocineros del hogar hicieron . Nicolo había llegado hace unos meses a la mansión y sus platillos fueron todo un éxito.

La jóven veía a su esposo desde el otro lado de la mesa , quién atentamente observaba el libro en su mano, cada ficción de su pálido rostro se veía favorecido por el sol y su tes blanquecina parecía brillar con ella.

¿ Como permitirse amarlo ?

Quizás era su fuerte orgullo el que le impedía querer adecuadamente a alguien, o el sentimiento que no lograr hacerlo por el  miedo a arruinar el forzado vínculo. Después de todo, apenas tenía 19 años y aún seguía sin encontrar significado de lo que era el amor .

Pensaba que quizás el amor era el deseo , compañía, quizás la admiración.. pero todas aquellas no lograban satisfacer su ensasiable sed de llegar a la respuesta, aquella chica era bastante romántica y cuando de amor se trataba, quería vivir ese amor de los libros donde todo parece ser irreal . Lamentablemente, jamás ocurriría y en lo que ella respecta, tendría que aprender a amar al hombre frente a sus ojos .

Ademas Armin es un hombre respetable ¿ Verdad ?

Dio un suspiro y la mirada de su amado se posó en ella , mostrando una suave sonrisa.

—¿Sucede algo, querida? —preguntó.

Ella simplemente negó con la cabeza, aunque aquellos los pensamientos perturbaban todo su ser.

—Debes estar aburrida,¿verdad?—dejó el libro en su mano y la extendío hasta tomar la de su chica—Puedes ir al centro y comprar lo que deseas, vestidos, algún listón .. al menos para pasar el rato.

—De hecho, estaba pensando en volver a pintar —respondió con algo de timidez —No soy muy buena,pero la práctica hace al maestro.

—Lo que sea para verte feliz.

Geniunamente sus ojos se llenaron de brillos , su corazón latiente como si fuese a primera vez que la tratarón con el debido respeto que se merecía. Maravillada por la situación, la acepto con una enorme sonrisa formándose en su rostro .

Dicho esto,la emoción consumió su cuerpo cuando tuvo la oportunidad de salir en busca de su preciado tesoro, emocionada por la idea de volver a sentir los oleos y pinturas sobre el lienzo, subió hasta su habitación, buscando algo cómodo para ponerse. Tendría que caminar y aunque eso no le molestaba,no se pondría un valiosos vestido rosado para esa ordinaria ocasión. Abrió su armario ,su alcoba estaba en el piso mas alto, lo cual , tenía una vista perfecta de toda la parte trasera de la mansión, sientiendo el aire fresco entrar por el ventanal.

–Este es el correcto —se dijo así misma.

Era un liviano vestido blanco, la tela era bastante sencilla a decir verdad , pero su diseño no dejaba de darle aquel toque tan sofisticado y delicado que tenía su ser. Por el  avasallante sol de mañana, ató su cabello con un rodete bajo y colocó en su cabeza un sombrero, haciendo un pequeño moño debajo del mentón.

Bajo las escaleras, viendo al rubio junto a la puerta.

—Luces maravillosa,como siempre —mencionó con ternura mientras acariciaba su fino rostro —¿Quieres que te acompañe?

—No,prefiero hacerlo sola ..me ayuda a relajarme y a mi introspección —sonrió coqueta —Además, supongo está ocupado.

—No para mi esposa —besó su frente — Pero si así lo deseas ..ve sola.

Dicho esto,se separon, no sin antes verse en la situación de besar sus finos labios. Se sorprendió al saber que esta vez se sentío distinto, quizás era el hecho que su cariño por Armin estaba creciendo, o al menos eso quisiera que pasara.