KAOS| Hange Zoë

CINCO

Parte 2

—No pensé que vendría—la más pequeña dijo con timidez —,me alegra verla después de tanto tiempo.

—¡Aquí estoy!—fingió una sonrisa mientras seguía mirándo a la pelinegra con nostalgia.Su corazón palpitaba y tenía que admitir de verla tan hermosa como siempre lo fue,era ciertamente conmovedor,parecía que los sentimientos volvían a resurgir de su pecho.

El corazón de Zoë se encogió nuevamente al escuchar su voz tan cerca,principalmente porque había pasado casi un año desde que tuvieron el placer de verse por última vez.Ese septiembre,fue el compromiso de Pieck,quien Hange había asistido para finalmente aceptar que su corazón no le pertenecía y que jamás iba a volver a ser lo mismo.Aún su alma se ve envuelta en calor por su presencia,y eso es algo que detestaba.

—¿Como va su matrimonio con el señor Galliard? —preguntó por  compromiso,tratando de mostrar superación.

—Excelente,el es un buen hombre —se limitó a contestar.

Ambas sonrieron y quedaron en silencio,sus miradas conectaban y hablaba del cariño que alguna vez de tuvieron,pero aquel cariño y amor pronto se desvaneció, así como también todos los sueños que alguna vez tuvieron.Dejando nada más que migajas de amor que Hange aún las tomaba entre sus manos.

¿Realmente lo iban a hacer?

¿Escapar?

Esa era la solución más viable y asertiva,realmente lo habían planeado por tanto tiempo que ahora parecía imposible.Pieck lucía pensativa mientras preparaba sus maletas junto a Hange.

Dejar todo,a sus amigos,sus padres..todo.

—Han.. —su voz sonó suave.

Lo iba a decir,iba a decir lo que llevaba en su corazón desde hace meses.

Se había enamorado de un hombre.

¿Como decírselo a la mujer que la amaba con toda su alma? y  quién fue la primera que no solo la quería por su belleza física, sino que se enamoró por su personalidad y por todo lo que ella conformaba.

—Dime, cariño —sus manos se posaron en las mejillas de Pieck quien la miraba desde lo bajo por la notable diferencia de altura, la castaña le sonreía con dulzura.

Los ojos de la menor se llenaron de lágrimas y su voz se quebró en cuanto soltó ese simple "lo siento,no puedo ",Hange abriendo los ojos al instante sin poder entender lo que escuchó,o mejor dicho,sin querer admitirlo.

—¿N-no quieres que nos vayamos? —Hange le preguntó y ella negó con la cabeza —,no importa,podemos quedarnos aquí.. tengo una casa lejos de la ciudad,bueno.. no la tengo, tendría que comprarla,podriam-

—Hange Zoë —interrumpió —,hasta aquí llegamos. Lo siento.

Esas palabras termino de apagar en brillo en la mirada de Hans, soltando de su agarre , sus manos cayeron al costado de su cuerpo. Aquel conjunto de palabras, posiblemente quedarían gravadas en el corazón de Zoë, quien en este momento quemaba como el hierro ardiente.