❝Sunshine❞ ~Hyunin~

50. Sunshine

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Sentía que se quedaría dormido en cualquier momento, sus ojos pesaban y lo único que Hwang quería hacer era tirarse a su cama y dormir, por lo menos, unas veinte horas. Tomaba con pereza de su café, mientras veía como Jeongin jugaba con Kkami en el suelo alfombrado.

Sonrió sin siquiera notarlo, mientras veía a su novio sonreír, mostrando aquellos hoyuelos bonitos que lo caracterizaban.

—Jinnie, ¿mañana te gustaría salir al lago? 

El menor habló con entusiasmo, al mismo tiempo que se levantaba y dejaba a Kkami recostado, Hyunjin vio como Jeongin se acercaba a él, y rodeaba su cintura con ambas manos, sonriéndole con cariño.

Hyunjin le devolvió el gesto, dispuesto a aceptar, hasta que recordó un detalle.

Un no tan pequeño detalle.

—Jeongin, olvidé decirte algo —murmuró Hwang, al mismo instante en el que una pequeña mueca se formaba en sus labios.

El más joven se apartó un poco, notoriamente confundido.

—¿Mmh?, ¿qué cosa, hyung?

Hyunjin no pudo evitarlo, ver los orbes negros y brillantes de Yang lo debilitaba, así que se acercó un poco para besar los delgados labios del más joven, quien terminó por sonrojarse ante la acción inesperada.

—Mis abuelos llegarán mañana —logró decir el mayor, ladeando su rostro con una pequeña sonrisa nerviosa.

Jeongin se quedó en silencio por largos segundos, Hyunjin pudo ver como su pequeño y dulce chico abría de más sus ojos, al igual que sus labios, intentando decir algo coherente, aunque en un inicio no pudo.

—Es una broma, ¿cierto? Creí que habían postergado su viaje hasta mediados de abril, Jinnie —la risita nerviosa que soltó Jeongin luego de decir aquello hizo que Hwang suspirara.

Se supone que debía de haberle dicho a Jeongin sobre la visita de sus abuelos aunque sea una semana antes, pero lo había olvidado por completo.

Negó con la cabeza, mientras su diestra acariciaba los oscuros y suaves cabellos del menor.

—Lo siento, olvidé decírtelo, vendrán mañana y se quedarán dos semanas —respondió el más alto, apretando sus labios.

Jeongin por fin reaccionó, antes de cubrir su rostro con ambas manos y emitir un pequeño gritito.

—¡Ah, hyung! —El menor se quejó formando un puchero—. Okay, todavía es algo temprano, creo que sí puedo llegar al centro comercial, ¿debería de comprarles algo de allí?, ¿o si mejor voy a la florería y compro rosas?, ¿quizás chocolates?

Jeongin había comenzado a caminar en círculos, Kkami lo observaba desde el sillón, moviendo su pequeña cola al creer que el humano estaba haciendo alguna clase de truco. Hyunjin suspiró.

—Innie, son las diez de la noche, ningún centro comercial está abierto, mucho menos una florería —Intentó explicar, pero la mirada enfurruñada hizo que negara con la cabeza para sí mismo.

Era imposible, Jeongin era muy terco.

—¡No puedo simplemente presentarme sin darles algo, Hwang Hyunjin!

Hwang parpadeó desconcertado, Jeongin no solía decirle por su nombre completo, Hyunjin prefería ser llamado por "Jinnie", aunque nunca lo admitiría en voz alta. Todavía sorprendido, se acercó a su novio, y lo tomó por los hombros con cuidado.