❝Sunshine❞ ~Hyunin~

32. ❝Sunshine❞

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Hyunjin suspiró, la alarma de su celular retumbando en su cabeza, una y otra vez, provocando que se levante en apenas segundos.

Caminó a pasos lentos hasta el cuarto de baño de su habitación, en donde encendió la ducha, mientras comenzaba a despejarse de sus ropas con lentitud.

Estando bajo la lluvia artificial, sintió como su cuerpo se relajaba con rapidez, como si hubiera estado esperando por eso. Se apresuró en ducharse, envolviendo una toalla alrededor de su cintura apenas terminó de hacerlo.

Cepilló sus dientes, sus ojos divagando por algún punto del espejo.

Estando en su habitación, cerró sus ojos, dándose el tiempo suficiente para estabilizarse, ignorando esa molesta sensación que se apoderaba de su pecho.

A veces Hyunjin se sentía perdido.

Solo.

Terriblemente solo.

Se colocó unos jeans negros, junto con una simple sudadera grisácea. Secó sus algo largos cabellos, mientras caminaba por el pasillo, en dirección a la cocina.

Terminó sobre sus rodillas una vez divisó a cierto perro, el cual movió su inexistente rabo ante sus caricias. Una vez terminó de llenar el tazón de su mascota con croquetas, por fin se dispuso a preparar su desayuno.

El lugar estaba en total silencio, mientras el bebía de la taza de café que había hecho, su diestra reposando contra el borde de la repisa.

Su celular comenzó a sonar, provocando que conteste luego de unos segundos, al percatarse de que se trataba de su abuelo.

Media hora después, salió de su apartamento, tomando una dirección contraria a la preparatoria.

Quizás las cosas se estaban complicando un poco para él.

— ¡Idiota! — Escuchó, segundos después de haber chocado con alguien más.

Era una chica de cabellos castaños y largos, quien iba acompañada de una más baja.

Sus rostros parecían familiares, por lo que supuso eran de la preparatoria.

— Lo lamento. — Se disculpó rápidamente, la mirada cayendo en el suelo, parpadeando un par de veces.

— Casi me haces caer, ¿no podrías-—

Hyunjin observó como la muchacha era interrumpida por la otra, quien comenzó a murmurar.

— Es Hwang Hyunjin, sólo vámonos de aquí. — Dijo, frunciendo el ceño.

Aún cuando estaban a pasos de distancia, él pudo escuchar perfectamente de lo que hablaban.

Hablaban de él.

— Ese tipo da tanto miedo, ¿cómo no vas a conocerlo? Las de segundo año dicen que una vez las amenazó, eso no me sorprendería. —

Apretó sus orbes con fuerza, tragando el repentino nudo que se había formado en su garganta.

Ignoró lo demás, antes de retomar su apresurado caminar, respirando apresuradamente.

Mordió su labio inferior una vez llegó al lugar, ingresando a este mismo en apenas segundos. Se perdió entre los grandes árboles, siguiendo el pequeño sendero de rosas.

Ignoró el constante temblor en sus piernas.

Ignoró el dolor que oprimía a su pecho.

Ignoró las pequeñas lágrimas que corrían por sus mejillas.