❝Sunshine❞ ~Hyunin~

15. ❝Sunshine❞

Jeongin terminó de alistar lo último en su mochila, tratando de salir lo más rápido posible del salón, debido a que su profesor le había pedido algunas cosas, haciendo que sea el último en quedarse.

Hyunjin no había asistido a clases ese día, debido a que no se encontraba bien en la mañana. Por lo que a penas se recuperó, el pequeño Yang le pidió que vaya a recogerlo con su lindo cachorro. Al inicio el mayor se resistió pero, como siempre, terminó aceptando a través de la llamada.

Suspiró con alegría, caminando por los pasillos vacíos del lugar, tarareando una canción en forma baja.

No pudo evitar sobresaltarse al sentir un empujón por detrás haciendo que rápidamente apriete contra sí de su mochila, para que esta no caiga.

Se dio media vuelta, confundido, antes de cruzar su mirada con una de las estudiantes del grado de Hyunjin, su confusión incrementándose.

— Uh.. ¿Somi-noona? ¿Ocurre algo? — Preguntó, sabiendo el nombre de la mayor, debido a que era la presidenta estudiantil.

Se sintió incómodo al no recibir respuesta, sus dedos jugando con las correas de su mochila, una pequeña mueca en sus labios.

— Me gusta Hyunjin. — Habló de repente la de cabellos oscuros, arreglando de su falda en el proceso.

Jeongin parpadeó suavemente, ladeando su rostro sin querer, entre abriendo sus labios, pero no agregando nada.

Al ver aquello, la de mayor estatura resopló.

— Quiero que termines con él, Jeongin, me gusta, y quiero que sea mi novio. — Volvió a decir, encogiéndose de hombros.

Yang esta vez frunció el ceño, negando rápidamente.

— No haré eso, noona. — Respondió sin dudar, antes de señalar fuera de la institución. — Tengo que irme y-—

— Cariño, él se aburrirá de ti. —

Aquello lo dejó desconcertado, haciendo que detenga todos sus movimientos, sintiendo su cuerpo tenso.

— ¿Usted cómo sabe eso? —

— Se nota claramente, a parte de ser hombre, eres tan falso, esa personalidad de niñito bueno no te da. No eres alguien bonito. — A pesar de la situación, el rostro de la mayor no mostraba ninguna expresión.

El de cabellos negros inconscientemente formó un puchero, sintiendo la inseguridad inundarlo en pocos segundos. Quería decir algo, pero no sabía qué.

Bajó la mirada, sus ojitos empezaron a picarle, haciendo que se dé vuelta.

— Me iré ahora. — Dijo rápidamente, su voz sonando algo quebrada.

Sin esperar respuesta, caminó con rapidez, al mismo tiempo que limpiaba sus orbes con el borde de su suéter.

A penas salió, elevó la mirada, observando como su novio se encontraba a pocos metros, posiblemente discutiendo con la pequeña mascota.

Tomó una gran bocanada de aire, antes de sonreír y acercarse al mayor.

— Buenas tardes, hyung. — Saludó, esforzándose en que su voz gangosa no lo traicione.

Dejó un rápido beso en una de las mejillas de Hwang, antes de arrodillarse y acariciar al pequeño cachorro, el cual se encontraba ladrando alegremente al verlo.

Sintió como era levantado por uno de sus brazos, haciendo que su vista se dirija a la de Hyunjin, quien tenía el ceño fruncido.

— ¿Qué te ocurrió? — Preguntó el de mayor estatura, estudiando todo el rostro de su pequeño chico, desde los rojizos que sus ojos se encontraban, hasta el ligero temblor de los labios de este mismo.