❝Sunshine❞ ~Hyunin~

45. Sunshine

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(My Love - D.O.)

Eran alrededor de las seis de la tarde, las calles permanecían en silencio, y los faroles iban iluminando con el pasar de los segundos; el cielo oscurecía con lentitud, pero ninguna estrella se hacía presente, dejando así todo plenamente despejado.

Jeongin mantenía su mirada al frente, cuidándose de no tropezar con algo que estuviera en su camino, al mismo tiempo que sus dedos se amoldaban a los del mayor, quien permanecía a un lado suyo.

Habían terminado las clases, y Jeongin había visto con adoración a su hyung en el club de baile; amaba ver la concentración en los ojos del mayor, y cómo este parecía estar en su propio mundo cada vez que hacía algo que le gustaba tanto.

Luego habían decidido regresar a casa ya, aunque se quedaron como una hora en la entrada de la preparatoria, debido a que Jisung y Changbin estaban allí, por lo que simplemente el tiempo pasó volando mientras conversaban.

Hyunjin, como siempre, le había indicado que le acompañaría a su casa, a lo que Jeongin no dudó ni un segundo en aceptar, una dulce sonrisa en sus labios.

No habían hablado mucho desde que partieron de la preparatoria, tampoco es que se vieran obligados a hacerlo, les agradaba aquel silencio que los rodeaba, era, de alguna u otra manera, cálido.

Jeongin observó de reojo a su hyung, y justo cuando estaba a punto de abrir la boca para decir algo, los pasos del más alto se detuvieron, logrando así que él lo imite por inercia.

Confundido, decidió volver sus ojos nuevamente al frente, encontrándose con que ya habían llegado a su hogar. Un puchero inconsciente se formó en sus labios, pero sólo atinó a borrarlo con rapidez, para así poder mostrar su más brillante sonrisa.

— Gracias por traerme, Jinnie. — Habló con ternura, girando su cuerpo lo suficiente para quedar frente a su novio.

— Nos vemos mañana, no duermas tarde, sé que ya terminaste todas tus tareas en el almuerzo, pero eso no significa que te debas quedar toda la noche jugando. — Habló Hwang, elevando una de sus cejas en dirección al menor, advirtiéndole.

Jeongin sólo pudo reír algo avergonzado.

— Dame un besito, ¿sí? — Fueron sus únicas palabras, al mismo tiempo que sus propias manos ascendían por los hombros del de cabellos largos y lacios.

No tuvo que explicar más, Hyunjin tomó su cintura con suavidad, y acortó toda distancia de sus rostros; sus narices se rozaron primero, y Jeongin tuvo el intento de reír, pero unos labios cubriendo los propios lo detuvo.

Aquellos gruesos y suaves belfos acariciaron los suyos con parsimonia, los dedos del más joven temblaron un poco, antes de acariciar tenuemente los pómulos ajenos, disfrutando de su cercanía. Ladeó su rostro, y justo en esos precisos instantes el mayor se apartó escasos centímetros.

— Hasta mañana, Innie. — Se despidió Hyunjin, su mirada conectando con la del menor.

Jeongin sonrió apartándose con lentitud, y despidió con su mano al mayor, antes de dar media vuelta y caminar rumbo al pórtico de su casa. Pudo escuchar también los pasos de su hyung comenzando a alejarse rumbo a la otra calle, cuando estaba por ingresar la llave de la puerta principal, se detuvo por unos instantes.

Observó el cielo cuidadosamente, y rebuscó su celular, percatándose de que faltaban alrededor de quince minutos para las siete. Relamió sus labios, pensativo, antes de ingresar a su hogar; se aferró a las correas de su mochila, y subió con rapidez las escaleras, casi tropezando con algunas.