34. ❝Sunshine❞

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Hyunjin se consideraba, a sí mismo, una persona tranquila.

Alguien que, simplemente, podía dejar pasar comentarios hacia su persona muchas veces.

No le importaba lo que piensen de él, en lo más mínimo, claro, hasta que sea tedioso, o algo así.

De todas formas, sólo le importaba la opinión de una sola persona.

Una sola persona que lo hacía soñar despierto.

Su pequeño mocoso.

Yang Jeongin.

Ese pelinegro que era su novio, el de brillante sonrisa y un hoyuelo en cada mejilla.

Jeongin era el único ser que podía captar su atención por completo.

El único que conocía plenamente a Hwang Hyunjin.

Además, Hyunjin siempre escucharía lo que sea que Yang tenga para decirle con respecto a su persona.

¿Por qué?

Porque, a diferencia de los demás, Jeongin jamás se encargaría de cuestionarlo por su simple actuar, o por su dificultad para demostrar amor.

Jeongin le decía todas sus virtudes, exceptuando cada uno de sus defectos, los cuales ya había escuchado suficiente, por parte de terceros.

Jeongin lo ayudaba a ser mejor persona.

Esa era otra razón más, de las infinitas que tenía, para temer perderlo.

— ¿En qué tanto piensas? — Le preguntó Jeongin, provocando que ladeé su rostro, encontrándose con los curiosos ojos del menor.

Ese día, junto con el resto de los chicos, habían decidido ir al parque de diversiones, importándoles poco que recién sean las nueve de la mañana.

— En nada, realmente. — Respondió el rubio, encogiéndose de hombros.

Sus ojos viajaron a la ventana del lado derecho, observando como todavía faltaba un poco para que lleguen al lugar.

— ¿Qué tienes planeado hacer primero? — Volvió a hablar, antes de ver como una amplia sonrisa aparecía en el rostro de Jeongin.

— Podríamos subir a la montaña rusa, ¿no crees? — Tarareó el pelinegro.

El resto del camino, Hyunjin se la pasó escuchando todo lo que su pequeño novio tenía en mente sobre ese día.

Apenas llegaron justo a la entrada, enlazó sus dedos con las del más bajo, quien saludaba eufóricamente a los demás.

— ¿Ya estamos todos? — Preguntó Chan, a lo que Minho asintió.

— Entonces, ¿qué esperamos? ¡Entremos ya! — Exclamó Jeongin, jalando de la diestra de su novio con impaciencia.

Hyunjin le dedicó una pequeña sonrisa, antes de que ambos casi se adelanten a la entrada, en donde compraron las pulseras para ingresar.

Pero, cuando vio como su novio estaba dispuesto a correr, en busca de la montaña rusa, lo atrapó apenas, elevando una de sus cejas al ver el reproche en el rostro ajeno.

— ¿No estás olvidando algo? — Interrogó, antes de abrir la pequeña mochila que tenía colgada.

Pudo ver como Jeongin puchereaba, un pequeño quejido escapando de sus labios.

❝Sunshine❞ ~Hyunin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora