Capítulo 1.

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Acabas de salir de la ducha, tienes tu cuerpo enrollado en una toalla pero tu pelo está suelto y de él caen pequeñas gotas de agua que dejan marcas en el suelo.Te sientas en tu cama y comienzas a secarte el cuerpo.Una noche más estás sola en casa, una noche más en la que todo es abrumadoramente silencioso, una noche más en la que estás a solas con tus pensamientos. Suspiras. Te viene a la cabeza una imagen de tu padre borracho en alguna de las tabernas cercanas, y tu hermano en la habitación de algúna chica que ha conseguido ligarse esa noche.Todo es muy solitario, pero lo prefieres así, lo prefieres a los gritos y los golpes que forman parte de tu día a día.Te quitas la toalla que acariciaba tu cuerpo y le colocas frente al viejo espejo que apenas se mantiene en pie contra la pared de tu cuarto, vuelves a suspirar sin dejar de mirarte, no es tu cuerpo lo que no te gusta, son las marcas que cubren casi cada centímetro de tu piel lo que te hecha hacia atrás. Tú móvil empieza a sonar, te alejas del espejo y comienzas a buscarlo, finalmente lo encuentras y respondes a la llamada.

-¿Sí?

-¡¡____!! ¿Te apetece salir? Estoy muy aburrida, mis padres han salido a cenar y no volverán hasta pasada la medianoche.

-Seiko, son ya más de las 10 de la noche y estaba apunto de meterme en la cama, no tengo ganas de salir.

-Vale, estoy en tu casa en menos de 15 minutos.

-Creo que a veces no me haces caso cuando te hablo.

-Claro que te hago caso, se que realmente si quieres salir, se leerte entre líneas.

-Que sea media hora, acabo de salir de la ducha y tengo que arreglarme.

-¡Ah! ¿no es un problema que vaya ahora a tu casa?, ¿está tu padre ahí?, puedo esperarte en la calle.

-No, no, tranquila, esta noche no hay nadie.

-¡Perfecto entonces! Hasta luego _____.

-Ahora te veo.

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-_____, creo que has bebido demasiado, trae la botella.

-¡Estoy perfectamente!

La cabeza te da vueltas y se te empieza a nublar la vista, pero te sientes bien, te sientes realmente bien, notas como un subidón de adrenalina te recorre todo el cuerpo y comienzas a mover tu cuerpo al ritmo de una canción que empieza a sonar en tu cabeza.Estás feliz. Miras a Seiko y comienzas a cantar sin parar de moverte, te subes a la barandilla que separa el césped de la cancha de baloncesto y comienzas a hacer equilibrismo con la botella aún en la mano.Le das otro trago. Ves como Seiko te mira y ríe, si ella está alegre, tú también, cantas más alto sin importarte que la gente te mire raro o que algúna vecina te grite que es muy tarde, que te calles y haga un comentario no muy agradable sobre la juventud de hoy en día, Te sientes ligera, libre. Te diste cuenta en ese mismo momento de que vivías por esos momentos, momentos que eclipsaban por unas horas todo el drama del que estabas rodeada.

-Oye ____, creo que hay alguien en la cancha, me ha parecido ver a alguien, pero ha desaparecido de golpe...¿crees que puede ser un fantasma?

-Los fantasmas no existen Seiko, has visto demasiadas pelis de terror.Toma-Le pasas la botella a tu mejor amiga y bajas de la barandilla-Voy a investigar, ¿vienes?.

-Espera, inventemos una contraseña, que solo sepamos tú y yo, por si el fantasma posee tu cuerpo, para que esté segura que eres tú.

-Vale, la contraseña será ''Seiko es una supersticiosa que ha bebido demasiado y ve cosas''

-¡Ey! Tú has bebido más que yo.

-Lo que tú digas.

Comienzas a caminar lentamente intentando mantenerte en línea recta, pero te paras en seco al ver al chico de pelo azul celeste que está parado frente a la canasta. Sonríes para tus adentros, le habías dicho a Seiko que los fantasmas no existen, la debías una disculpa, pero eso tendría que esperar. No eres capaz de decir nada, solo te quedas ahí plantada mirando al chico que trae recuerdos hace tiempo olvidados, momentos más felices, momentos perfectos, momentos sin preocupaciones, dónde tu mayor problema era no sacar la puntuación más alta en matemáticas. Aunque estés paralizada, sonríes, notas esa sonrísa estúpida en tu cara, debes tener una pinta ridícula, pinta de borracha. El chico de pelo azul se gira y te mira con una expresión indescifrable, su rostro no muestra nada, ni sorpresa, ni enfado, ni molestia, ni un signo de que te haya reconocido, pero entonces...

KnB y tú.// Kise Ryouta x Reader.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora