Capítulo 28

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Pude mirar su espalda desnuda.

Su brillante y blanca piel, hasta donde se me permitía mirar. Justo por encima de la cinturilla del jean azul que vestía esa mañana, subiendo por sus omoplatos y hombros mostrando una definida espalda, hasta el cuello siendo acariciado por su cabello negro un poco largo.

Cuando me levanté esa mañana, me di cuenta que estaba solo en la habitación de JiMin.

Pregunté por él. Sus hermanas contestaron que había montado a Ónix desde muy temprano y cabalgó en dirección al bosque.

Habían pasado muchos días desde que nos habíamos visto allí como solíamos hacerlo. Y ahora podíamos hacerlo sin escondérselo a los demás.

Una de las chicas me dijo que podía tomar uno de los caballos del establo. No lo pensé mucho y seguí el camino, que me había aprendido a lo largo de mi juventud, hasta convertirme en adulto.

No podía creer siquiera en donde me encontraba, y mucho menos que el señor Shelby era una persona completamente diferente a como la había pintado mi padre.

En cuanto me adentré al bosque, había sentido la frescura de los árboles. El sol estaba muy pesado, incluso si no pasaba de las once de la mañana.

Estando cerca del río, fue cuando logré mirar su figura justo a la orilla.

Dando la espalda a mí, ajeno a mi presencia.

Lo más sigiloso posible, bajé del caballo. Quedando a una distancia prudente para evitar que él pudiera mirarme.

Di pasos sobre el pasto verde. Sin dejar de mirar su delicado cuerpo con algunas cicatrices.

Su cabello negro estaba húmedo, probablemente se había bañado en el río y ahora solo se dedicaba a mirar la montaña que se alzaba luego del bosque. Mientras el sol hacía brillar las partes de su cuerpo que tenían gotitas de agua.

Me quedé quieto a tan solo dos metros de su cuerpo. Sentí mis dedos cosquillear, realmente deseosos de tocarlo y sentirlo; mi boca se secó.

Mis pómulos dolían al sostener una sonrisa por tanto tiempo, y mis pulmones se sentían casi sin aire. Me sentí mucho más nervioso cuando decidí cerrar el espacio que me separaba de JiMin.

Pasé mis manos por sus costados, palpando su cintura y, el cómo se estremecía por mis palmas calientes en su fría piel. Abrazándolo por detrás.

Llevé mi rostro a la unión entre su cuello y hombro. Dejando una caricia con la punta de mi nariz y apenas rosarlo con mis labios, hasta poder internarme entre sus cabellos azabaches.

Cerré los ojos cuando me sentí tan embriagado que no podía soportarlo. Casi apoyé mi peso en su cuerpo.

Comencé a besar su cuello y miré su reacción a ello, cuando ladeó el rostro y dejó que hiciera con él lo que yo quisiera.

Con mis manos acaricié sus caderas cubiertas apenas por el borde de su ropa interior. Su pantalón apenas colgado de ellas, siendo ayudado con el cinturón de cuero negro.

Subí mi mano por su torso y sentí como se estremecía, quizás por las caricias o porque le producía cosquillas.

Sentí la tersa piel con las yemas de mis dedos, hasta llegar a su pectoral y con mi pulgar e índice, le acaricié el pezón.

Claramente hubo reacción por ello. Su abdomen subía y bajaba, por los pequeños jadeos.

HoSeok...— intentó girarse, pero no se lo permití. Tomándolo fuerte de su cadera, dejándolo más pegado a mi pecho.

𝙵𝚛𝚎𝚎𝚍𝚘𝚖 | Hopemin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora