𝙵𝚛𝚎𝚎𝚍𝚘𝚖 | Hopemin |

Capítulo 20

—¿Puedes solo explicarme lo que sucedió? Entonces, quizás podré entender la razón de querer a HoSeok lejos de mi.— apenas llegué a la granja encontré a mi padre bajando su pequeño equipaje del auto.

No dude en preguntarle.

Evitó mi pregunta con otra de su parte —¿Por qué insistir tanto en tener la amistad de ese chico?—

—Me conoces, desde que llegué nunca tuve interés en esa rivalidad entre granjas... Simplemente nunca sentí deseo de pasar peleando contra los Jung.— me encogí de hombros.

—Entonces continúa así, no necesitas saber nada más... Pero, si te pido alejarte de ese chico no es por molestarte, es porque tengo mis razones y no entiendo porqué tu madre parece tan relajada en el asunto; ella debería ser la primera en apoyarme en esto.— parecía un tanto indignado y al mismo tiempo, molesto.

—Continúas diciendo todo eso y solo haces que tenga más interés en saber qué pasó.— hablé con frustración, jalando mis cabellos y desordenándolos.

Me miró —Le dije a HoSeok que se alejara y no lo ha hecho, ¿Crees que no sé lo que hace?—

Definitivamente evadir mis comentarios fue su principal meta en ese momento.

Miré como sus ojos iban hacia otro lado que no fuera mi rostro, y sus manos las pasaba por su nuca o barbilla. En clara señal de estar preocupado. Pero no hablaba, no era claro.

—¿Qué te preocupa tanto?— intenté una última vez.

Finalmente se acercó y me miró, su expresión de enojo cambió a una indescifrable —Si te encuentras con él de nuevo y, te pide hacer todo esto de su amistad, algo real para las demás personas...— posó sus manos sobre mis hombros y su mirada se suavizó —Por favor, piénsalo bien, porque no estoy seguro de que sus intenciones sean buenas... Su padre es capaz de hacer muchas cosas.—

Una última mirada me fue dada y luego se adentró a la casa.

Dejándome allí confundido, esperando por algún comentario con sentido. No había respondido una sola de mis preguntas y lo único que hizo fue agregar más advertencias.

Pero había cierto tono en lo que decía que me dejaba claro que realmente le preocupaba. No solo la granja, si no mi bienestar.

Después de todo, incluso si había sido un padre estricto, también me había cuidado como ninguno otro.

Siempre se preocupó por estar al tanto de que nadie me discriminara por mis rasgos asiáticos o por cualquier otra razón.

Decir que no soñé con la situación sería mentir. Cada vez que cerraba los ojos, podía imaginarme su rostro cerca del mío.

Sus ojos marrones brillando por el viento que pegaba.

Papá sembró duda en mí, dejando claro que los Jung no eran exactamente, buenas personas.

Seguía sin entender su afán por evitar responder todo lo que pregunté. Pero estaba seguro que tenía que ver con mamá.