𝙵𝚛𝚎𝚎𝚍𝚘𝚖 | Hopemin |

Capítulo 2

—Cooky, ¿Crees que soy estúpido?—

Al parecer si lo era, porque ahora mismo le estaba hablando a su conejo marrón. Viendo como el animal solo movía la nariz, esperando por ser alimentado con la zanahoria que olfateaba en el aire.

Miró la ventana, las gotas de lluvia habían mermado considerablemente, ahora solo era una suave llovizno, más el cielo se mantuvo gris incluso a las dos de la tarde. Después de una fuerte tormenta.

Ese día, JiMin no tenía deseos de hacer nada. Tuvo claro que había cagado su posible idea de terminar con aquella estúpida rivalidad entre granjas. Tenía pensado tener una amistad con HoSeok, parece un chico agradable.

Ahora la historia se repetiría y sus hijos probablemente tampoco rompan la cadena.

¿Siquiera iba a tener hijos?

O una pareja. Jamás le gustó nadie.

Abrazó sus piernas que estaban flexionadas contra su pecho. Escondió el rostro ellas.

—¿JiMin?— la voz de su madre lo trajo de vuelta, la miró esperando que hablara —Te buscan afuera... ¿Estás bien?—

Asintió y se dispuso a levantarse, dejando la zanahoria sobre un pequeño plato, para que Cooky pudiera comer.

—Puedes hablar, soy tu madre no lo olvides.— la voz de la mujer adulta se escuchó de nuevo, antes de que comenzara a bajar los escalones.

Llegó a la entrada y allí se encontraba Jason. Un chico que se encarga junto a él, de revisar a los animales.

—Señor, una de las cabras acaba de entrar en labor de parto.— informó el chico joven.

—¿Qué estamos esperando? Vamos.— apenas y se colocó las botas.

Siguió el camino hasta el gran corral de las cabras, bajo techo. Separada de todas, estaba aquella cabra que estaba dando a luz.

Había visto un parto animal tantas veces, que todo era sumamente natural para sus ojos.

Se colocó los guantes y ayudó a Jason.

Cuando las crías salieron, rompió la bolsa para permitírmeles respirar.

Entonces los dos chicos notaron lo que temían.

—JiMin, ambos son machos.— susurró Jason.

El pelinegro asintió, vaya perdida.

—Debemos hacer algo antes de que pap-...— fue interrumpido.

—Escuché sobre el parto, ¿Qué sucedió?— el señor Shelby llegó y se acercó hasta ellos. Miró lo mismo que los menores —Después de todo era cierto, está echada a perder.— opinó.

—Creo que podemos al menos dejarla para que los amamante y luego-...— JiMin nuevamente fue interrumpido.

—¿Estás loco? Sabes muy bien cómo funciona, serían solo más gastos para la granja, no vamos a sacar nada bueno de los tres, lo único sería la leche.— el hombre lo regañó.

—No podemos solo matar a los tres, papá.— JiMin se levantó hasta la altura de su padre.

—No me hagas perder el tiempo en esta conversación inútil, Park.— John parecía contener su ira, incluso había usado su apellido real —¿Sugieres que mate a la cabra? Es la única que me da algo bueno, y en todo casi sin la madre, ellos no sobreviven, y no pienso gastar dinero en los tres, mucho menos dejar viva a la cabra y que los cabritos tomen la leche... Todo es un gasto innecesario.

> Jason, ve a traer la escopeta.— pidió de inmediato el hombre mayor.

—Papá, por favor, yo veré que puedo-...— rogó JiMin, pero de nuevo no lo dejaron terminar.