Capítulo 9

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—Pensé que te arrepentirías de venir.— quiso sonar tranquilo, pero el tono de felicidad y euforia estaba allí.

Sonrió y bajó la cabeza, no quería que mirara sus mejillas sonrojadas —No puedo arrepentirme de una tarde tan divertida.—

—Esperé escuchar algo como, "Oh HoSeok, eres genial y me encanta estar alrededor tuyo."— imitó una fina voz, como si fuera JiMin el que hablaba.

JiMin le lanzó alguna pequeña rama que encontró en el suelo, sin llegar a hacerle daño —Ya quisieras que eso saliera de mis labios.— le sacó la lengua como si fuera un niño.

Escuchó la risa de HoSeok. Lo miró, encontrando una sonrisa enorme y genuina.

Su estómago se contrajo en nervios, lo que hizo que sintiera un dolor allí en su abdomen. Entonces quitó la mirada.

Suspiró para calmarse, mientras miraba el bosque, como tantas veces había hecho.

El coqueteo que se mantenía Ónix con Yules, era increíble. Parecían avanzar sin problemas.

Los instintos de los animales son así, ellos no piensan en nada más, que conocer a aquel ser que les llamó la atención. La mayoría se guiaba por el olor.

En cambio, los humanos, se ponen como mil obstáculos para conocer a alguien.

Incluso para iniciar una amistad.

—Quiero ser tu amigo, HoSeok; odio toda esa estupidez de odio mutuo entre nuestras familias.— pronunció con valentía. Esperando que el castaño no se burlara.

No recibió una respuesta, llevó sus ojos marrones a los contrarios y encontró al chico mirándolo.

—¿Lo dices en serio? ¿No es algo así como una broma?— preguntó con desconfianza.

—No puedo bromear con algo así, te dije que eres agradable, no veo el problema de tener una amistad con un chico de mí misma edad... Creo que más bien es lo correcto.—

¿Cómo saber cuándo se cava su propia tumba?

—De acuerdo, si eso te parece bien, entonces para mí está bien.— sonrió el castaño y tomó asiento a su lado.

—Pero no vuelvas a lanzarme al agua, porque puede ser que desarrolle odio hacia ti.— le advirtió, pero su sonrisa hizo que HoSeok supiera que bromeaba.

—Era solo un castigo para hacerte pagar por tus pecados, JiMin Park.— explicó el chico.

Ignorando por completo el apellido que había empleado en él.

Continuaron hablando de cualquier cosa que viniera a sus mentes.

Mientras el pelinegro mantenía una mano dentro del bolsillo de su pantalón. Dando vueltas a aquel dije; con la yema de su dedo sintió una y mil veces, la J tallado en la plata.

Las visitas se habían vuelto frecuentes, al menos de día de por medio.

JiMin se escabullía como si fuera un niño. Siempre tomando el camino hacia el bosque.

Encontrando o esperando al castaño.

HoSeok decidió contarle algo sobre si mismo, que tenía relación con JiMin —Sabes, cuando llegaste a Illinois sentí una gran presión caer sobre mí, porque todos decían que ahora debía pelear contra ti y que había perdido mi oportunidad de ser el primero...— miró por un momento al menor —Pero yo, luego te vi... Y me di cuenta que teníamos los mismo rasgos y una edad parecida, además, nunca tuve amigos aparte de Ayden y realmente pensé que podíamos ser al menos cercanos, pero conforme fui creciendo me di cuenta lo imposible que eso sonaba; todos parecían prohibirme siquiera acercarme a ti en la escuela y sus miradas, juzgando todo lo que hacía, siempre estaban ahí.

𝙵𝚛𝚎𝚎𝚍𝚘𝚖 | Hopemin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora