Capítulo 6

107 32 13
                                    



Mientras echaba la ropa a la lavadora, fue revisando los bolsillos evitando echar algún objeto que fuera a dañar la máquina.

Lastimosamente esa semana era su turno de lavar ropa. Y debía hacerlo con cuidado.

JiMin era el más distraído siempre, podía encontrar incluso dinero y si la chica era sincera, la mayoría del tiempo lo había aprovechado en algo.

Pero eso no debía saberlo su hermano, igual nunca fue tacaño cuando se trataba de las chicas.

Entonces metió la mano en los bolsillos de un Jean de su hermano mayor que había encontrado entre una tela, en el suelo.

Sintió un objeto frío dentro y lo sacó.

Dejando ver un dije en forma de corazón, al parecer de plata. Más no era plano, era un corazón entero.

Tenía una J tallada en el centro. Y un pequeño orificio en la parte de arriba, que parecía un lugar donde introducir una llave. Una muy pequeña, por cierto.

Decidió guardarlo en el bolsillo de su suéter, para luego entregárselo a JiMin.

Olivia pensó que eso olía a chisme, así que decidió dejarlo para luego discutirlo con su hermano.

Miró la piel de su mano que comenzaba a perder toda la sangre seca de la cortado de hace tres días

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Miró la piel de su mano que comenzaba a perder toda la sangre seca de la cortado de hace tres días. Sanaba bastante rápido y las cicatrices no duraban mucho en su piel.

Según su madre por la alimentación, tenían un organismo fuerte.

Al parecer tenía razón.

Terminó de bañar a Ónix y luego le cepillo la cola con todos los cuidados, para mantenerlo sedoso.

Lo llevó fuera del lugar donde los bañaban y fue hasta uno de los corrales más grandes, soltándolo para que fuera a hacer lo que tanto deseaba.

Revolcarse en el polvo. Era tonto como sonaba, pero así funcionan los caballos, siempre que se bañaban iban a revolcarse incluso en barro.

Miró como su pelaje negro brillaba bajo el sol. Sonrió, recostándose en los barrotes de madera del corral.

Cerró los ojos y suspiró, sintiendo el cálido sol sobre su piel. Y la brisa pegando en sus cabellos.

La tristeza continuó en su cuerpo, porque finalmente decidió no ir al bosque. Debía mantenerse lejos.

Estaba muy confundido. HoSeok y él no podían tener una amistad o lo que sea que pasaba.

Hasta que escuchó un fuerte bufido y el viento pegó en su rostro, obligándolo a abrir los ojos.

Encontró a Ónix muy cerca de su rostro, viéndolo directamente. Haciendo sonidos y comenzando a levantarse en dos patas, como si apuntara en una dirección exacta.

𝙵𝚛𝚎𝚎𝚍𝚘𝚖 | Hopemin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora