Capítulo 18

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—Estas son las cuentas del último mes, la mayoría de las cuentas están bastante bien, solo algunas cerca de los números rojos... Pero sabemos que se debe a la tormenta, nada de qué preocuparse.— Hailee dejó varios papeles llenos de cuentas, cuadros y números.

La contabilidad de la granja la hacían cada mes, un corte en donde se daban cuenta si algo se estaba haciendo de manera incorrecta respecto a la economía.

Al parecer todos hacían su trabajo muy bien y eso era un alivio para JiMin. Era triste si había cuentas en rojo.

Muchas veces significaba sacrificar animales o ponerlos en venta. Y era el momento de llorar para JiMin, porque siempre terminaba encariñándose con los animales.

Pero esta vez se salvaba y era otro mes que pasaba sin números rojos. Al menos no en cosas relacionadas a animales.

Lo único que se había dañado eran las moras.

—Bien, podemos respirar por otro mes más.— ordenó los papeles dentro de los portafolios, por orden de fecha —Gracias Lee, nuevamente lo haces genial.—

La chica hizo un gesto con su mano como si fuera un soldado —A sus órdenes, señor Shelby.— dejó las bromas y se acercó más a JiMin —¿Qué te parece si vamos a tomar algo? Hace mucho no salimos a divertirnos.—

JiMin miró el reloj en su muñeca. Su padre había salido a la ciudad durante una semana, había alguna subasta de autos de su interés, y ahora regresaba, en unas horas.

No tuvo oportunidad de hablarle después de regresar del bosque. El hombre mayor ni tan siquiera preguntaba por él cuando llamaba.

Más en la mente de JiMin no dejaron de rondar preguntas. Necesitaba escuchar la razón de la rivalidad con JiHoon Jung.

Solo así estaría visitando a HoSeok con tranquilidad, porque a pesar de que quería mostrarse tranquilo, la duda siempre tocaba la puerta. Y lo último que quería era ensuciar aquella amistad con dudas inútiles.

—¿A qué hora crees que regrese papá?— preguntó, antes de contestar a la pregunta de su amiga.

—Dijo que antes del anochecer, pero sabes que es imposible saber con exactitud cuando llegará.— respondió la castaña, encogiéndose de hombros.

—Entonces vamos a tomar algo.— habló con entusiasmo.

—Ese es el espíritu que buscaba, ahora solo déjame ir a cambiarme y nos veremos en el bar de siempre.— dijo su amiga.

—En el único bar del pueblo quisiste decir, algunas veces olvidas que ya no estás en la ciudad.— respondió divertido y la chica rodó los ojos, mientras caminaba a la salida —De acuerdo.— gritó JiMin, hacia la puerta que se había cerrado.

Fue hasta aquella pequeña biblioteca de la casa y dejó en el estante correspondiente, el portafolio con todos los documentos de la granja.

Luego subió a su habitación para ponerse algo más abrigado, pero menos de pijama a como andaba en ese momento.

Sus jeans oscuros fueron acompañados de su chaqueta de cuero marrón.

Peinó su cabello sin prestarle mucha atención, después de todo se veía bien en su estado natural.

Cuando estuvo listo, se aseguró que Cooky tuviera comida y luego de ello, bajó a la primera planta.

Su madre apareció en la puerta de entrada con algunas bolsas llenas de pan. Le sonrió cuando miró a su hijo —Veo que vas de salida.—

—Así es, Hailee me ha propuesto ir a tomar algo... Me hacia un poco de falta y ahora me siento completamente sano.— dio una vuelta en su propio lugar para mostrarle a su madre que estaba bien.

𝙵𝚛𝚎𝚎𝚍𝚘𝚖 | Hopemin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora