Cap.60

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Hoy era el primer día de clases y ya íbamos tarde, Meri se había olvidado de poner el despertador y al caerse de la cama se había despertado.

-Meri, llevas una eternidad en el baño, apresurate -le dije, haciendo un bailecito raro y tocando repetidas veces la puerta. Beber agua a media noche no era recomendable.

-¡Ya voy, ya voy!-me grito de vuelta-. Intentar arreglar este cabello cuesta.

Bufe.

Media hora después y íbamos corriendo a clase, Meri había cambiado sus clases a última hora para que coincidieran con las mías.

Llegamos corriendo y por suerte el salón estaba casi lleno pero el profesor aún no había llegado. Tomamos asiento algunos asientos más atrás del pizarrón.

-Uff, que suerte -suspiro Meri, mientras se hundía en su asiento.

-Recuérdame no volver a confiarte el despertador -le dije.

En eso siento como tocan mi hombro.

-Hum... creo que estas en mi asiento-me dice un chico, con una sonrisa de lado.

Es bastante alto y seguro mucho mucho más que yo, tiene cabello castaño claro que esta algo largo y peinado para un lado, sus ojos son de un tono un poco más claro que el de su cabello y tiene una sonrisa preciosa.

-Oh, lo siento -murmuro, levantándome dispuesta a ir a buscar otro lugar.

Pero pone una mano en mi hombro, impidiéndome levantarme.

-No te preocupes, será un placer cederle mi lugar a una chica tan linda como tu -responde, guiñando un ojo antes de caminar hacia otro lado del salón, dejándome confundida y ruborizada-. Por cierto, soy Matt. -dice lo suficientemente alto como para que lo escuche.

-Hum, no estoy segura de que es lo que acaba de pasar -le digo a Meri, volviéndome a sentar.

-Yo si -me dice con su habitual tono de emoción-. ¡Ese chico ha intentado coquetear contigo!

Le puse una mano en su boca para que se callara, gire a los lados viendo que nadie lo hubiera escuchado. Matt que estaba sentado unos lugares más atrás, me miraba expectante, como esperando a que lo buscara con la mirada y cuando así fue, me sonrió de nuevo y me hizo un movimiento con la cabeza, sonreí débilmente y me gire de nuevo hacia Meri.

-¡Y no deja de mirarte!¡Oh por Dios, salúdalo!-dice eufórica moviendo su mano, seguramente saludándolo.

-Meri, cálmate -la intente tranquilizar pero es imposible.

La clase comienza y estoy segura de que puedo sentir su mirada clavada en mi espalda, ocasionalmente giró un poco mi cabeza para ver si sigue viéndome y efectivamente, si. Comienzo a sentirme realmente incómoda, me remuevo en la silla para hacer notar mi incomodidad.

La clase término y prácticamente salí corriendo de ese salón, en cuanto salí alguien me tomo del brazo para que me detuviera, creí que era Meri pero cuando me gire para comprobarlo vi que era nada más ni nada menos que a Matt.

-Ah... hola -musite, incomoda acomodando la mochila en mi espalda.

Otra sonrisa torcida.

-No me has dicho tu nombre -me dijo, soltándome para colocarse un poco más cerca de mi.

-Amm... ¿Qué? -me golpee mentalmente por esa pregunta tan estúpida.

Sonrió aún más y me miro directamente a los ojos.

-En verdad me gustaría saber tu nombre -murmuro, aún sonriendo.

En ese momento Meri salió del salon y en cuanto me vio, casi se pone a saltar de la emoción y me hizo una seña para hacerme entender que me esperaba.

-___... -le respondí sonriendo.

-Bueno ____, espero poder hablar contigo de nuevo -me sonrió y se dio la vuelta para comenzar a caminar.

Mientras íbamos caminando hacia la otra clase, Meri no dejaba de hablar sobre lo genial que sería que saliera con el, había dejado de escuchar desde la parte en donde nos casábamos.

-¿Y te imaginas lo lindos que saldrían sus hijos? OH POR DIOS, ¿Seré tu madrina de bodas, verdad? Y de seguro tiene un hermano guapísimo y nos enamoremos y tendremos unos hijos tan lindos que...

Pff, cada vez el salón parecía estar más y más lejos. Cuando por fin llegamos no pude estar más agradecida de que el profesor entrara después.

Y dos clases después el martirio había terminado, fuimos directo hacia la cafetería mientras Meri seguía con sus fantasías, en verdad no sabia como manejar el que en serio estuviera planeando en que asilo iban a entrar o íbamos a entrar.

-¡Será tan genial que no puedo esperar!-chilló dando saltitos.

La mire horrorizada.

-De casualidad, Meri... ¿Crees que sea demasiado tarde como para cambiar de compañera de cuarto?-le pregunte.

Me miro enfadada pero un segundo después volvió a su habitual emoción de siempre.

Pasamos y cuando ya teníamos nuestra comida, fuimos a sentarnos y encontramos una mesa vacía hasta el fondo de la cafetería.

-¡Y... y... y!-creo que ya se había trabado.

-Meri... ¿Y si hablamos de otra cosa?

Me miro ofendida.

-Esta bien... -parecía decepcionada-. Oh por Clark, Jos no sabe de esto.

-¿Qué es esto? Sólo lo salude Meri, relajate. -le conteste riendo.

-Hasta ahora -me miro con una sonrisa.

-¿Qué?

-Hola, ____ -llego Matt, con su charola de comida-. ¿Puedo...?

-Claro que si -respondió Meri por mi.

Se sentó alado de mi y me sonrió y saludo a Meri.

-Soy Matt -le dijo y sonrió como el lo sabia hacer.

-Soy Meri -le dijo, y después añadió en español dirigiéndose solo a mi-. ¿Crees que sepa hablar español?

-¿Esto responde a tu pregunta? -le respondió el en un perfecto español.

Nos giramos para quedar de cara a el y la miramos sorprendidas.

-Creo que si -le respondió aún más feliz mirándome con cara de "Te dije que era perfecto para ti"

Negué con la cabeza mientras sonreía, ella era un caso perdido.

-Umm... ¿____? -me pregunto Matt, sacándome de mi trance.

-¿Si?-respondí volteando a verlo, tenia una sonrisa tan grande que sus ojos se hicieron pequeños.

-Bueno... estaba pensando... ¿Quieres ir conmigo al baile de bienvenida?-me pregunto.

-¿Baile de bienvenida?-preguntamos Meri y yo al unísono.

-¡Oh si! -exclamo Meri-. Hacen un baile el primer viernes de la primera semana de clases.

-Ah... bueno, supongo que no hay problema -le dije a Matt encogiendome de hombros

Sonrió aún más mientras se levantaba, ni siquiera me di cuenta de que el receso había acabado.

-Nos vemos chicas -se despidió Matt-. ¿___, podría hablar contigo a la salida?

-OH POR DIOS, ESTA PASANDO, ESTA PASANDO. TENGO QUE PENSAR EN EL NOMBRE DE MIS HIJOS-comenzó a gritar Meri, corriendo en círculos por toda la cafetería.

-Si claro, ¿En la cafetería que está por la entrada del campus?-le pregunte.

-Claro, nos vemos.

¿ Amor o amistad? (Jos Canela y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora