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<<Avanzo por las calles abarrotadas del centro de Madrid con él de la mano, los dedos delgados y fríos me erizan la piel pero continúo caminando pensando en que tal vez sea otra persona y mi subconsciente me esté traicionando. Primero el cine, luego a cenar y finalmente la puerta de casa de mis padres se abre y subimos la escaleras hasta mi habitación, no quiero abrirla porque sé lo que me voy a encontrar, pero no puedo controlarlo y él lo hace por mí forzándome a ver cómo la mujer de rizos y ojos almendrados con pupilas dilatadas me mira inerte en esa cama mientras acaban con ella; no me da tiempo quejarme, llorar o ayudarla porque salgo de sitio hacia el descampado en un salto de imagen brusca para mi cabeza y vuelvo a verla sobre ese charco de sangre y el pantalón blanco que uso está del mismo modo mientras un dolor intenso me acaba el vientre. Me siento incómoda, con miedo y con la imposibilidad de hacer cualquier cosa para salir de aquí corriendo, de no ver esto otra vez, se me acelera el pulso y me falta el aire ya que no puedo alejar la mirada del escenario sangriento que tengo delante cuando alguien me jala del cabello haciéndome levantar la mirada y sucumbo al ver los ojos casi negros con cejas tupidas del mismo color que me observan con oscuridad terrorífica.

—Tú lo provocaste.>>

Me siento de golpe en la cama y me cubro con las sábanas secándome las lágrimas que en sueños se me han escapado, el corazón se me quiere salir del pecho y un dolor intenso lleno de rencor me hace levantarme e ir directo a la ducha. Continúo sintiendo el mismo miedo y todo lo veo lento, cada movimiento es pesado y en el cuarto de baño toco la bañera, el lavabo, me empapo las manos con agua, el cabello también para sentir que estoy de vuelta en la realidad, o por lo menos lo que creo que es. El sueño me fastidia la mañana y trato de aplacar la molestia con la ducha caliente ya que las temperaturas son bajas pero soportables como para vestir con una falda ajustada, camisa color caramelo y una chaqueta negra junto a mis tacones clásicos que me preparan para mi gran presentación en vivo en el "Festival de la cosecha del Rey y la Reina Pearly". Estas dos primeras semanas han sido bastante caóticas y cuando pensé que iba a descansar solo se me ha sumado más trabajo a la lista, Andrew, mi nuevo compañero está realmente liado con muchísimos documentales y reportajes, seré hija de puta pero tampoco puedo dejarlo ahogarse en la mierda cuando puedo hacer algo.
Me dirijo a la cocina a preparar mi café con tostadas como cada mañana y se hace notar que Karol aún no se ha despertado ya que en el apartamento reina una total calma; si hay algo que disfruto excesivamente es el silencio y lo hago saliendo a ver el amanecer que luce precioso, en la calle circulan pocos transeúntes y autos; en estos días iré a comprar mi auto porque no he tenido el tiempo suficiente para ir a escogerlo personalmente, aunque tampoco me he sentido necesitada de ello ya que el transporte aquí es sumamente fiable y rápido para dirigirme a cualquier sitio. Me siento en la mesa y comienzo a beber el café mientras leo el periódico que han dejado a la puerta del apartamento, las informaciones se basan mucho en la celebración de hoy, ya que es algo muy típico de lo ingleses, sobre todo en Londres, aunque ya quiero conocer el resto del país.

La parecencia de mi amiga con el cabello revuelto y el pijama corto se nota cuando va a la cocina por un vaso de agua sin emitir sonido. La observo y ella bebe sin parar y luego se sienta a mi lado dedicándome una mirada adorable.

—Buenos días.

—Buenos días, dormilona.

—¿Me he quedando dormida o tú te has levantado muy temprano? —pregunta bostezando.

—Me he levantado temprano, tengo que estar en el Festival a las ocho y creeme que es un poco lejos —obvio la parte del mal sueño dándole un mordisco a mi tostada y al dejarla en el plato la rubia la come.

—Pues estás muy elegante, así que llamarás mucho la atención del público.

—Gracias. ¿Y tú que harás hoy? —pregunto ojeando el periódico cuando ella se levanta a preparar el desayuno.

Euforia +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora