Adam
Ya una vez desnuda abro el grifo para que el agua caliente le empape el cuerpo frío y el cuarto de baño se cubra de un vapor espeso. Me frustra pensar en todo lo que he pasado estos días y poco me importa si no quiere que me quede a dormir con ella, lo haré de todas formas, la necesito, la necesito como nunca antes había necesitado a alguien. La desaparición de Isaac por encontrar a su hermana nos ha tenido buscándola por todo Londres y las pistas no hacen más que dejarnos en un suspenso intermitente. Nunca la he visto en persona, pero las fotos que me ha enseñado Isaac me dejan ver un rostro conocido y tengo a alguien en la cabeza, pero no, las casualidades no pueden ser tantas, además de que no tengo un puto argumento que pruebe mis sospechas de saber quien es Silver Dobson, mientras, solo me enfoco en buscarla y saber que cojones pasa con su existencia. Me deshago de la ropa para meterme en la ducha con ella, dejo que el agua caliente me relaje los músculos que han estado más que tensos estos días, la acorralo contra la pared y me fundo en sus besos, que son como analgésicos difíciles de conseguir pero con un efecto inmediato en mi cuerpo. Quiero follarla, pero al mismo tiempo quiero que se de cuenta de que lo nuestro no es solo sexo, sino que va más allá de eso; hay una conexión que me veo incapaz de soltar y tampoco quiero alejarme de sentir todas estas cosas cuando estoy con ella, solo quiero que admita que también se siente de la misma forma conmigo. La abrazo por la cintura y hago que enrosque las piernas en mis caderas listo para sentir su calor, su humedad, lo único que me aleja de la agobiante realidad que me aturde en estos días.
Nunca me había sentido tan tenso, tampoco había visto a Isaac tan temeroso por su hermana, debido a que nunca habla de ella, pero sé que esta situación es de temer, algo no está bien y yo solo me refugio en el cuerpo de la mujer de ojos verdes que me miran mientras descargo toda la pesadez que me recorre el cuerpo con cada estocada. Su estrechez me deja sumido en un recóndito sitio de mi mente, y con cada impulso recalco la idea de que no resisto imaginarla de esta forma con otra persona. Quiero dejarle saber por cualquier medio, e incluso por todos aquellos, que a mi lado es más que suficiente, quiero que acepte que conmigo no hay límites y que si ella quiere irse de la realidad por un momento o tal vez por un tiempo indeterminado yo estoy dispuesto a hacerla llegar a ese éxtasis. Me pierdo en el esmeralda turbio que me brindan sus ojos, en el brillo que destella su mirada cada vez que estamos solos. Aumento el ritmo y siento como araña mi espalda, pero no me importa, es un jodido privilegio estar lleno de sus marcas, porque por primera vez no me interesa irme de putas con Isaac, o buscar a una supuesta novia con quien pueda estar un par de meses solo para saciar las ganas, ahora solo quiero estar con ella, sentirla a toda hora, oír sus gemidos, llenarme de su presencia, de su desnudes y de los besos acelerados que da como si me fuese a ir en cualquier instante, porque sé que le teme a algo, aunque desconozca de que trata, pero estoy dispuesto a hacer que se sienta segura conmigo. El clímax llega para ambos y el gesto de morderse el labio inferior me satisface de tal forma que descargando todo en ella, me arrimo a besarla, a darle un beso lento que acepta, de esos que nunca quieres que acaben porque te da tiempo a disfrutar de los labios ajenos, a sentir como acaricia los tuyos y a mudarte a un universo paralelo donde solo están los dos. No me despego de ella, apoyo mi frente contra la suya y disfruto del momento de relajación y goce que todavía no se marcha de ambos cuerpos. Finalmente se aclara la garganta y la miro, baja las piernas para tocar el suelo pero de igual forma no la suelto, la quiero conmigo, pegada al calor de mi piel. Tomo el producto que le lava el cabello mientras lo esparzo por las hebras castañas, la espuma que me invade las manos las paseo por su cuello, luego por su hombro y acaricio los senos medianos y perfectos. Recorro su figura deleitándome con cada parte de su cuerpo, la dejo bajo el agua para quitar toda la espuma y tras estar limpios los dos la tomo por la espalda, la abrazo y se siente relajante, tanto que no protesta, sino que por primera vez se deja llevar y apoya la cabeza en mi hombro. Me acerco a su cuello y lo beso, siento como se estremece, dejo que el agua nos bañe a ambos y lo único que ahora mismo me satisface es esto, la calma que pocas veces ella me brinda.
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Euforia +18
RomanceUn pasado traumático unido a la llegada de un hombre hecho para marcar la diferencia, suelen ser factores que influyen en la vida de Olivia Burque. Ella no ama, no siente y tampoco se esfuerza en ello, su único objetivo es vengar la muerte de un ser...