12. El día que todo empezó a salir mal

110 16 112
                                    


L I V

Estábamos bebiendo en su tejado. 

Benibú y yo. 

Mientras escuchábamos su canción favorita. 

La verdad es que yo nunca en mi vida había probado el alcohol pero está vez lo veía necesario para agarrar valor y decirle que Luke lo estaba engañando con otro tipo. 

Después de demasiados tragos estaba dispuesta a decirle justo cuando la música que reproducía en mi celular paró y empezó a sonar el tono de llamada. 

Enseguida conteste para darme cuenta que era Daimon. 

—¿Pasa algo?

—No, relájate solo quiero compensar nuestra última cita en el restaurante.. 

Estaba a punto de decirle que mamá no me daba permiso pero volvió a hablar:
 
—Liv ya casi no pasamos tiempo juntos —se escuchó que suspiró— te sentía más cerca cuando vivías a kilómetros de mí que ahora. 

No quería pelear con él y mucho menos estando al lado del pelinegro. 

—Sí lo entiendo, vamos al punto. 

—Pasó por tí a las siete. 

Después de eso colgó. 

A las siete.. ¿Cómo iba a ser eso posible?

Faltaba menos de media hora y estaba en casa de Ben. 

—¿Era el Dupont? —preguntó después de ver mi cara de horror.

—Sí, quiere que salgamos ahora.

—Lo entiendo —dijo mientras me ayudaba a levantarme para bajar del tejado. 

Con Benjamín todo parecía ser tan sencillo de explicar. Era un buen chico y por eso merecía saber lo de Luke. 

Una vez bajamos del tejado le dí un último trago a la botella para terminar de agarrar valor. 

—Ben tengo que decir algo, Luk .. —traté de soltar lo demás pero no pude.

—¿Qué?

—Nada, olvídalo. 

¿Por qué no podía decirlo?

—Es hora de que me vaya.

—Te llevó —dijo con una media sonrisa. 

Acepté.

Él me iba a llevar pero justo cuando íbamos a salir de la casa se nos adelantó Luke. Entró a la casa y lo primero que miró fue a mí con una mirada no tan agradable cómo me gustaría admitir. 

—¡Tenía tiempo que no te veía, Liv! —sonrió, acercándose a mí—. Te ves preciosa. 

—Oh, gracias —murmure—. ¡Tengo que irme! —No lo dije porque me interesará ir con Daimon sino porque éste preciso momento era incómodo.

Luke no parecía verme ya cómo una amiga sino cómo parte de la competencia.. y bueno.. Este momento era parecido a cuando te encuentras en la calle a la persona que te cae pésimo —yo era la persona que le caía pésimo— y que sólo por educación e hipocresía tratas bien. 

—Daimon viene para acá. 

¿Qué?

—No, no, no, Daimon pasará por mi a las siete.

—Le dije que se viniera directo así que tranquila. 

El momento seguía siendo incómodo y Ben sólo nos observaba con una cara de: ¿Qué demonios?

Una historia fugaz ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora