B E N
Hoy era el día.
Hoy iba a acabar con lo nuestro.
Hoy..
Realmente no sé cómo lo haría.
La última vez que había terminado a Crisstel un mes después había vuelto a caer con ella.
Habíamos quedado en vernos en la fiesta de Daimon, de ahí planeaba llevarla a un lugar menos ruidoso y decirle toda la verdad así concluyendo con lo nuestro.
Pero, ¿qué estás haciendo, Ben?
Lo correcto.
—Ben es hora de irnos. —comentó Oliver quien ya llevaba un rato mirándome desde el otro lado de mí habitación.
—Ya voy.
𖤐༄
Todo el caminó el castaño que iba a lado mío había hecho mil preguntas acerca de mi triángulo amoroso y lo que había pasado hasta ahora.
Mientras yo sólo recordaba cómo había conocido a Criss..
—¡Daimon ven acá! —gritó una pequeña Crisstel.
Yo la veía jugar a ella y Daimon en las reuniones de nuestras familias mientras fingía leer.
—No —soltó algo enojado—. ¿Cómo te puede parecer lindo ese engreído?
Oh sí.
Daimon me odiaba desde tiempos pasados.
—También tu eres lindo. —aseguró ella tratando de calmar los celos de su mejor amigo.
—No, Crisstel. —dijo el pequeño Dupont—, Elige él o yo.
Crisstel solo suspiró cansada y el castaño que tenía como mejor amigo agregó:
—Pero recuérdalo bien si lo eliges a él jamás volverás a jugar conmigo.
Y entonces ella aún con esa advertencia me eligió.
—Solo quiero hablarle tal vez no es un engreído como dices y solo es tímido.
—No vuelvas a hablarme, Crisstel. —gritó Daimon furioso.
Y sin más sé fue dejándola sola.
Ahí fue donde la ilusioné por primera vez tratando de ser amable. Recuerdo haberme acercado a donde estaba y decirle lo que era muy obvio:
—Una vez se le pase el enojo volverá a tí.
Ella regresó a verme con gran asombro y emoción ya que era la primera vez que cruzaba palabra con alguno de ellos dos.
—¿Lo prometes? —murmuró como la niña consentida que era.
—Sí, nadie deja de hablarle a una princesa.
Tan solo sonrió y yo aproveché para marcharme.
Ahora que recordaba eso me daban ganas de regresar el tiempo y ser su amigo pero eso era imposible.
Una vez llegamos solo me centré en buscar a Crisstel y sacarla de ahí pero eso se complicó demasiado ya que una vez la encontré todos se nos iban encima diciéndonos lo más común: "Yo votaré por ustedes para que sean los reyes de la graduación."
En serio me empezaba a fastidiar esto de ser la pareja perfecta.
Quinientas fotos después con desconocidos y no pude sacarla de la fiesta así que opté por llevarla a una de las tantas habitaciones que tenía Daimon en el segundo piso de su casa.
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Una historia fugaz ©
RomanceUna Historia Fugaz: Aquí comenzó todo.. "Ella era una estrella fugaz. Él un simple mortal cansado de vivir. Por obras del destino esa estrella pasara por su camino haciéndolo desear volver a toparse. Pero, ¿Qué pasaría si esa estrella tiene dueño? D...