28. Las primeras veces

16 4 0
                                    

L I V

En la vida había primeras veces de todo.

La primera vez que caminaste.

La primera vez que tuviste novio.

La primera vez que besaste a una persona. 

La primera vez de todo.

Y hoy sería otra de mis primeras veces.

Hoy iría a mi primera fiesta.

Benibú no tardaría mucho en pasar a recogerme así que lo estaba esperando en la sala junto a mi madre.

Justo cuando alguien tocó la puerta sabía que era él así que corrí como una loca a abrirle.

—Luces muy muy preciosa —dijo apenas me vio.

—¿Nos vamos? —pregunté. 

—Claro.

Salimos de mi casa para subir a un auto que sí bien me había comentado el pelinegro le había regalado su hermano a cambio de hacerle un favor.

Todo el caminó habíamos ido en completo silencio hasta que decidí romperlo con una pregunta que ni al caso.

—Benibú. 

—¿Qué?

—¿Tú crees que exista un amor que dure toda la eternidad?

—No hay amor que dure mil años.

—Ni una tristeza que dure tanto. —dije defendiendo mi idea.

—Bueno, dale —me retó—. ¿Por qué apuestas amor o tristeza?

—Por un triste amor.

—Buena elección —aseguró sin dejar de mirar al frente.

𖤐༄

Una vez llegamos nos reunimos con todo el grupo.

Sí eso incluía a Crisstel, Daimon y Luke.

Toda la noche había estado con un ambiente pesado pero nadie se atrevía a decir nada al respecto. 

Ben tenía unos minutos que me había sacado de ahí para ir a un balcón en el segundo piso de la fiesta.

—Era muy abrumador seguir ahí.

—Un poco —murmuré acercándome a él para besarlo pero una vez toqué sus labios él aprovechó mi poca cordura para tomarme de la cintura y recargarme en el barandal del balcón. 

Pero entonces alguien le habló..

—¡Benn!

Pude sentir como no quería despegarse de mí pero sin más lo hizo.

—Me están hablando —murmuró.

—No vayas —dije enseguida ya que estaba segura que quien le hablaba era Criss.

—Debo —aseguró dándome un último beso.

Un rato después él volvió a la mesa juntó a Crisstel Joly.

¿Qué tanto habían estado haciendo?

¿Por qué se había tardado tanto hablando con una niña tan bonita como ella?

—Liv, ¿Me estás escuchando? —me preguntó una vez notó mi falta de interés.

—Voy al baño.

Mi mejor excusa ahora era ir al baño y terminar de compararme con Crisstel aunque realmente nunca seria competencia al lado de una chica como ella.

Una historia fugaz ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora