20. Una noche lluviosa

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B E N

Eran las once de la noche. 

Una hora perfecta para escribir si te gustaba hacerlo.

Yo realmente era pésimo escribiendo pero cuando se trataba de cartas dirigidas a alguien, no.

Todavía mi vida se había basado en escritos dirigidos a alguien que ni siquiera conocía: mi famosa estrella fugaz.

Llevaba un rato escribiendo pero ahora para mi verdadera estrella, mi musa: Liv Grimes.

Todavía me preguntaba: ¿Cómo me había podido llamar la atención esa chica?

Y en algún futuro mi chica.

En fin.. 

Había empezado a caer la lluvia, al principio parecía que solo sería una pequeña llovizna pero con el tiempo esta iba empeorando.

Algo que siendo honesto no me molestaba.

Hasta qué…

Oh, no.

Sí. 

Tenía días que no sacaba los trastes o las envolturas de todo lo que comía o consumía mi cuerpo.

Las hormigas invadian mi habitación.

Para la 1 de la mañana mi habitación ya no existía y yo por ende tampoco. Me encontraba en el patio trasero de mi casa junto a una cobija que me cubría y me protegía de la lluvia.

En serio odiaba cuando la vida no me quería ni un poco.

Desde hace días estaba consciente que algo me saldría mal ya que la vida, el destino o lo que fuera que decidiera que pasaba o no, me había estado tratando demasiado bien.

Ya iban a dar las 3 de la mañana y seguía en el mismo rincón del patio esperando una salvación. 

Justo cuando llegó el mensaje de Liv:

[Mi estrella: ¿Estás despierto? 2:57 a.m.]

[Sí. ¿Pasa algo? 2:57 a.m.]

[Mi estrella: Emm nop. 2:58 a.m.]

[¿Entonces? 2:58 a.m.]

[Mi estrella: No puedo dormir :( 2:58 a.m.]

[¿Quieres que te cuente un cuento? 2:59 a.m.]

[Mi estrella: Me gustaría mucho oír tu voz y el cuento. 2:59 a.m.]

[Mi estrella: ¿Te puedo llamar? 2:59 a.m.]

No era el mejor momento para una llamada debido a la lluvia y el ruido que hacían las gotas al llegar al piso pero no pude decirle que no. Simplemente no pude.

[Sabes que siempre estoy disponible para tí, tonta. 2:59 a.m.]

Mi estrella llamada entrante.

Enseguida conteste para escuchar su voz risueña.

—Benibú.

—Deberías intentar tomar un vaso de leche caliente antes de dormir eso hará que te de sueño. 

—Lo pondré en práctica pero.. ¿Ben?

—¿Mande? 

Casi no la escuchaba por la lluvia pero lo intentaba.

—¿Dónde estás?

—Estoy teniendo algunos problemas..

—¿Con la lluvia?

Una historia fugaz ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora