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Capítulo 3: El plan para hacer amigos.

SCARLETT.

La casa nueva estaba ubicada en una buena zona, junto a la del sheriff. Si pasaba algo solamente iríamos a su casa a molestarlo, qué emoción. Papá estaba consiguiendo un empleo, y a pedido mío, mamá también. Hoy iríamos a mi primer chequeo con mi nuevo doctor, lo único malo era que extrañaría demasiado al doc Tony y su hijo y mejor amigo mío, Aarón.

A papá ya le habían traído su auto desde Los Ángeles y a mamá le iba a comprar uno nuevo con una parte de sus ahorros. Cuando llegamos al hospital, mamá fue a la cafetería, dejándonos a papá y a mí a la espera de nuestro llamado.

—Buenas tardes —nos habla alguien. Levanto la vista y wow.

Es un tipo muy pálido, de ojos ámbar y cabello rubio. Tiene pinta de ser doctor, creo que lo es. Y se ve bastante, bastante joven.

—Scarlett, me llamo hola —balbuceo, ganándome la mirada confundida de mi padre.

—Hola, Scarlett —me saluda—. Supongo que eres mi paciente.

—Sí a todo, doc —le digo.

—Soy Adrián Taylor, el padre de Scarlett, ¿usted es? —le pregunta papá.

—Carlisle Cullen —se presenta y se dan la mano—. Recibí el correo del doctor Spencer donde me detallaba el estado de su hija y me decía que antes de venir le habían hecho unos análisis.

—Sí, ya que conoce el estado de mi hija, quisiera que nos den las indicaciones para hacer que se adecue al clima —le explica papá.

—Por supuesto.

Mi madre llega y le entrega el café a mi padre, posando su mirada en el atractivo doctor.

—Ella es mi esposa Alma —le presenta mi padre al doc—. Él es el doctor Carlisle Cullen.

—Un gusto. —Se dan la mano y mamá no puede evitar fijarse de más en el doctor.

El doctor nos dice a dónde ir mientras que mi papá se queja de nuestro comportamiento en voz baja.

—Toma asiento, Scarlett —me pide el doc cuando entramos a su consultorio.

Hago lo que me pide y comienza a revisarme. Desde mis reflejos hasta sacarme otra muestra de sangre.

—También te pondré en la lista de espera de médulas, ¿te parece? —me pregunta y encojo los hombros.

—No le veo el sentido, pero si usted lo dice, por mí bien.

—Creo que también sería bueno que vieras a un psicólogo...

—¿Para qué? Estoy siendo realista, doc. No se ofenda, pero llevo mucho tiempo esperando, no le hallo la diferencia a estas alturas —explico y miro a mis padres con una sonrisa—. Ellos lo necesitarán, no yo.

—Bien.

—¿Cree que si voy a la escuela me afectará en algo? —le pregunto al doc, esperanzada.

Frunce el ceño y mira a mis padres.

—Tal vez no —me dice y sonrío—. De todas formas es algo que debemos evaluar.

—Lo que sea, lo que sea. Solo quiero ser una chica normal.

Me levanto y me coloco en medio de mis padres. El doctor me analiza con la mirada y asiente.

—Puedes ir, pero cuando te sientas mal, debes descansar en casa —me indica y mira a mis padres—. Se ve estable, no le veo ningún problema.

—No podemos llevarla, y no queremos que vaya sola —le explica mi madre. Y toda esperanza muere cuando la escucho. Me resigno a que tan solo vine a morir y no a ser normal.

𝗦𝗖𝗔𝗥𝗟𝗘𝗧𝗧 ๛ 𝗷𝗮𝘀𝗽𝗲𝗿 𝗵𝗮𝗹𝗲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora