31.

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Capítulo 31: Los problemas del pastor.

SCARLETT.

Durante el camino de regreso a casa de los Cullen me cuenta lo que hizo en venganza agregando detalles divertidos sobre el expediente de presas y lo teatral que fue con Royce.

No debería sentirme así, pero me complace que ella haya acabado con escoria de ese tipo.

También me cuenta sobre cómo fue qué encontró a Emmett y me estremezco al imaginarme al grandullón de esa forma. Casi mutilado por un oso. Me dice que le recordaba al hijo de su mejor amiga por los hoyuelos y los rizos.

Sonrío un poco porque a pesar de tanta tragedia, ella luce enamorada cuando habla de Emmett.

Cuando llegamos a su casa vemos que Isabella está ahí. Me divierte que le hayan regalado un porsche amarillo a Alice a cambio de cuidarla.

—Tal vez debería contarle sobre mí —señala Rose cuando vemos a Bella.

Me río. —Como si te fuese a hacer caso.

Bella entrecierra los ojos en mí dirección. No hacen falta palabras para saber que no se va a diculpar después de lo que le hice a su Edward.

Sus pesadillas me gustan, podría mostrarle si quisiera. Sin embargo, no soy de atacar porque sí. Mi don funciona en ella y supongo que es porque las pesadillas no siempre se mantienen ocultas y algunas veces se viven en carne propia, como la de Rose.

—Seguirá deseando ser esto —continúo en un susurro—. Pero no importa, es su elección.

—Envidia.

—Lo sé. —Pongo mi mano en su hombro—. Existe la opción de adoptar, aunque no te guste, podrías pensarlo.

Asiente.

Decido alejarme e ir a otro lado de la casa pasa leer un poco. Dom hoy estará con la manada solo porque Alice no estará con él. Tendré al menos un poco de tiempo para convivir con otros vampiros, aunque lo digo más por Rose.

Ella me entiende y creo yo a ella. Claro, a nuestra forma.

Al amanecer llamo a Sienna y me cuenta que llegaron bien y que se la está pasando bien en lo que va del viaje.

Voy al otro lado del tratado y la manada me recibe con preguntas. Se escuchará horrible, pero quieren estar preparados por si se crea alguna contienda por... culpa de Isabella.

Quisiera ser como Suiza en este tipo de situaciones, pero sé que lado voy a elegir si crea un contienda. No es necesario sobre-pensar demasiado las cosas para saber cuál.

Para mi sorpresa, Sam no se enoja cuando le explico por qué estoy devuelta con Jasper. Aunque su compresión no vaya más allá de lo que conoce, entiende que la conexión entre compañeros es casi tan fuerte como la imprimación.

En cambio, se enoja con Isabella porque bueno... tal vez Jasper no es como Edward que no deja que ella se asome por la reserva. A veces me siento como una excepción, pero creo que he hecho lo suficiente para ganarme un lugar entre la manada.

Aún no sé cómo tomarme el que estos cachorritos se imprimen en personas mucho menores que ellos. Suena turbio, a pedofilia y zoofilia.

A partir de ahora evitaré nombres extraños que hagan referencias a los animales, en cuanto a la edad...

Dios mío, primero Seth con casi 15 años imprimándose en mi hija de solo unos meses que luce como una adolescente, pero no justifica nada; luego Quil, que demonios, por las bragas de Merlín, se imprimó en la sobrina de Emily que a penas es una nena de un aproximado de 2 años.

𝗦𝗖𝗔𝗥𝗟𝗘𝗧𝗧 ๛ 𝗷𝗮𝘀𝗽𝗲𝗿 𝗵𝗮𝗹𝗲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora