29.

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Capítulo 29: Taylor-Hale.

SCARLETT.

Me pego a él como si tratara de darle calor. Como si fuese un gatito que desea ronronear sobre su pecho.

Qué interesante comparación.

—Has sido muy fuerte —digo. Miro sus ojos dorados y beso sus labios—. Estoy orgullosa de usted, Mayor Whitlock.

Me sonríe.

—¿Cómo terminaste con los Cullen? —curioseo. Tal vez es más de lo que debería saber.

—Me hallaba en Filadelfia y había tormenta. Estaba en el exterior y era de día, una práctica con la que aún no me encuentro cómodo del todo. —Se ríe—. Sabía que llamaría la atención si me quedaba bajo la lluvia, por lo que me escondí en una cafetería semivacía. Tenía los ojos lo bastante oscuros como para que nadie me descubriera, pero eso significaba también que tenía sed, lo cual me preocupaba un poco.

»Ella estaba sentada en un taburete de la barra. Me esperaba, por supuesto. —Frunzo el ceño—. Se bajó de un salto en cuanto entré y vino directamente hacia mí.

»Eso me sorprendió. No estaba seguro de si pretendía atacarme, esa era la única interpretación que se me ocurría, pero me sonreía y las emociones que emanaban de ella no se parecían a nada que hubiera experimentado antes.

—Alice —susurro.

—Sí. Dijo: «Me has hecho esperar mucho tiempo». Yo como un buen caballero, respondí: «Lo siento, señorita» —continúa—. No lo entendí hasta que me explicó acerca de Carlisle y los demás. No lo creía, pero la seguí por instinto. Alice fue muy risueña cuando les dimos el encuentro, asustó a todos llamándolos por su nombre. Ella se instaló en la habitación habitación Edward y desde ahí le dice monstruito.

—Ese es un excelente final —aseguro.

Asiente y deja un beso en mi mejilla.

—Tú eres mi final —susurra—. Eres todo lo que estuve esperando. Contigo me siento en paz y los destellos de tristeza se van. El odio y la maldad se extinguen cuando te tengo cerca.

Sollozo, como si eso fuera posible.

—Ahora solo te sigo a ti —sigue y me tiembla todo—. Nuestro final es sólo si estamos juntos.

—Promételo —pido—. No vuelvas a dejarme porque no te voy a perdonar de nuevo. Ni siquiera sé si podría sobrevivir.

—Nunca más. —Sube mi mano a sus labios y deja un beso—. Es una promesa eterna.

Asiento.

—Me pones sensible —me quejo nerviosa. Beso su mejilla y recuesto mi cabeza en su hombro—. Mi valiente Mayor, te amo.

Suspiro porque necesitaba decirlo. Tal vez sea débil, pero me gusta este tipo de debilidad.

—También te amo.

Un ruido me pone alerta y veo a un ave entre las ramas. Me relajo y sus manos se posan en mi cintura con cuidado.

—¿Quieres volver? —pregunta.

—Sienna debe estar impaciente por no haberle dicho que saldríamos.

Me río.

Nos levantamos y volvemos caminando a mi casa hablando de pequeñas cosas durante el camino.

Llegamos y veo a Sienna con una pequeña radio escuchando canciones que me sonaban conocidas.

—¡¿Por qué no me llevaron?! —se queja cuando nos ve—. ¡No me gusta estar sola!

𝗦𝗖𝗔𝗥𝗟𝗘𝗧𝗧 ๛ 𝗷𝗮𝘀𝗽𝗲𝗿 𝗵𝗮𝗹𝗲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora