30.

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Capítulo 30: La maldición de Rosalie Hale.

SCARLETT.

Sam se aleja con Sienna y se sientan a conversar sobre el pasto. Seth se remueve intranquilo y Leah trata de calmarlo.

—Hey, cálmate —me pide Aarón.

—No —digo—, no me pidas eso.

Gruño y me quedó quieta. Sienna regresa con Sam y mantiene su distancia de Seth.

—No más escapes. Lo de hoy no tiene que repetir —les advierte a ambos—. Seth, ve a casa y ponte al día con la escuela. Sue no quiere que te salgas ni una sola vez más.

—Pero...

—Sienna hará un viaje con mis padres —digo y mi hija me mira—. Vamos, debes empacar. Se verán después de su castigo.

Sienna patalea, pero no reclama cuando la llevo al auto. Aarón se despide de nosotras y se queda hablando con Leah y Seth.

—No quiero que lo vuelvas a hacer —hablo. No puedo creer que se hayan escapado de nuevo. Que Seth se haya alterado cuando Sienna dijo algo que ninguno quiere repetir por más que insistencia que pongamos. Casi la ataca, sé que él aún no se controla, pero no quiero que dañe a mi hija—.  Aunque Seth y tú digan que pueden cuidarse, no es así. Él aún es un lobo pequeño y no tiene el autocontrol de los otros. Aparte de eso, Victoria está al acecho y no quiero que te conviertas en su objetivo.

Asiente sin decir nada.

—Quiero que le digas a Jasper que te escapaste y lo que pasó, porque no voy interferir por ti –continúo. Sé que Jasper es incapaz de enojarse con ella, pero esta vez tendrá que ponerse firme guste o no—. No verás a Seth hasta que ambos aprendan la lección y de ser necesario cuando vuelvan a salir, será con un adulto.

—Sí mamá.

La vuelta a casa es corta. Jasper está hablando con mamá mientras que papá limpia una escopeta que no sé de dónde saco. Apunta hacia Jasper y me sobresalto.

—¿Bonita, no, Scarlie?

—Oh, papá, basta.

—¿Me la prestas, abuelo?

Mi padre asiente y Sienna se sienta con él. Papá comienza a explicarle cómo funciona.

—Alma me decía que había ocurrido algo y que habías salido —me avisa.

—Ah, sí, Sienna dile por favor.

—¿Decirme qué?

—Ella es una rebelde, como yo en mis años de juventud —comenta mi padre con orgullo.

—Y sí que lo eras —dice mamá.

—No la alienten —pido, estresada.

—Me salí de casa por unos minutitos con Seth —le cuenta a Jazz. Su sonrisa inocente hace que su padre me vea con confusión—. Exageraron todo.

—Salí a patrullar —señalo con advertencia—, y cuando volví no estabas. Aprovechaste que tus abuelos se levantaban a las seis y te saliste antes de amanecer. Y dile lo otro.

—Minutitos más, minutitos menos.

Encoje los hombros, obviando mis últimas palabras, y es evidente que sacó el lado cínico de mi familia. Me recuerda a...

—Se parece tanto a Nicky —mi madre dice lo que pienso.

—Eso es malo —susurra papá.

—Pobre Chase, si supiera lo que dicen de él a su espalda —dramatiza. Frunce su ceño y se levanta—. Como sea, no soy como Chase el acosador.

𝗦𝗖𝗔𝗥𝗟𝗘𝗧𝗧 ๛ 𝗷𝗮𝘀𝗽𝗲𝗿 𝗵𝗮𝗹𝗲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora