33.

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Capítulo 33: Leyendas y promesas.

SCARLETT.

Sienna se la pasa mirando a casa de los Swan. Me parece un poco extraño que le haya tomado gusto a la vigilancia.

—¡Oh, por la sangrecita! —chilla—. La hija de la vecina tiene un novio que acaba de entrar a su casa.

Frunzo el ceño. Corre por una libreta y apunta lo que acaba de ver.

—Te encargué cuidar de Charlie, no ver lo que hacen los vecinos —le digo.

Me acerco a ella y el teléfono de casa suena. Lo tomo y escucho la voz de Seth del otro lado.

—Ten, es Seth.

Le doy el teléfono a Sienna y ella comienza a hablar con Seth. Le cuenta sobre su viaje y lo que está haciendo. Aparta el teléfono un rato y me mira.

—Pregunta si podemos ir a la fogata de esta noche, ¿podemos? —pregunta y asiento—. Seth, sí iremos, prepara lo que te dije. Iré a cambiarme, nos vemos.

Cuelga y enarco una ceja cuando me da una sonrisa cargada de inocencia. Huye antes de que pregunte algo. Sonrío por su adorable actitud.

Me tenso cuando capto el aroma de Jasper. Le abro la puerta y dejo que pase. Supongo que está aquí por Sienna.

Recuerdo lo que hicimos en el bosque y como terminó.

«—Bonita —me llamó—, cásate conmigo».

—Sienna, tu padre está aquí.

Sienna baja en un abrir y cerrar de ojos, colocándose unas pulseras en las muñecas. Lleva unos pantis de color blanco y una falda de color negro. Se pone una sudadera gris y abraza a su padre.

—¡Tío Edward prometió darme un Porsche naranja como a tía Alice cuando me dieras permiso! —le cuenta—. Ya me cae mejor.

Jasper ríe.

—Te traje naranjas —le dice. Le muestra una bolsa llena de ella—. Rose y Emmett te mandan más cosas y están en el auto.

—¡Quiero ver!

Sale corriendo de casa. Jasper me mira y como lo practiqué, elimino toda emoción dentro mío.

—No funciona —dice, divertido—, sigo sintiendo tus nervios.

Ruedo los ojos.

—Lo tenía que intentar. —Encojo los hombros y me acerco a él—. ¿Me extrañó, Mayor Whitlock?

—Siempre. ¿Tú a mí?

—Sí, te necesito a mí lado. —Besó su mejilla—. Te prometí pensarlo, no me tienes que ignorar.

—No lo estaba haciendo.

—Ay ajá. Jazz, no me veo así justo ahora. Quiero estabilidad antes, ¿entiendes? Para nuestra familia, con problemas de nuestra familia. Nadie más.

—Lo sé. Te prometo que lo voy a cumplir. ¿Adrián y Alma vendrían, no?

Le sonrío.

—Gracias por pensar en ellos. Pero ya, dime, ¿por qué me ignorabas?

—No es eso, cielo. Es sólo que me dejaste pensado y tengo que hacer muchas cosas para conseguir lo nuestro. —Estampa un beso en mejilla—. Aparte, el intruso se llevó ropa de Bella.

—Já, lo supuse.

—¿Por qué no lo dijiste?

—Me gusta ayudar cuando yo quiero, no cuando dan por hecho que lo haré. No lo hicieron conmigo, pero contigo sí.

𝗦𝗖𝗔𝗥𝗟𝗘𝗧𝗧 ๛ 𝗷𝗮𝘀𝗽𝗲𝗿 𝗵𝗮𝗹𝗲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora