Medio loba

C9/T2: Lo lamento

1 año antes

Pov Armín

Luna y Blake salieron de la habitación, y yo me senté en la cama a esperar.
Pronto escuché el barullo fuera, y supe que habían logrado huir.
Suspiré aliviado. Ahora sólo me faltaba esperar...
La espera se me hizo eterna, pero en realidad, no creo que llegara a una hora.
La puerta se abre y él entra tranquilamente. Mira las copas encima de la mesa y llena ambas de vino sin mirarme. Yo no hago ningún movimiento, únicamente le observo. Cuando ambas copas están llenas de ese líquido rubí, se gira hacía y me tiende una de ellas, mirándome por primera vez. La cojo y él se sienta a mi lado sin mediar palabra, mientras bebe de su copa. Yo le imito. Finalmente, él rompe el silencio con tres sencillas palabras.
Dante: ¿Se lo contaste?
Asiento sin más, girándome para mirarle. Él suspira.
Dante: ¿Les diste el mapa y el dispositivo?
Vuelvo a asentir. Él se termina su copa y la deja encima de la mesa.
Dante: Te había prohibido hacerlo.
Al fin logro despegar mis labios.
Armín: Lo sé.
Dante: Me has desobedecido.
Miro mi copa para evitar su mirada.
Armín: Lo sé.
Mi hermano se cruza de brazos y chasquea la lengua, irritado ante mi falta de cooperación.
Dante: Deberías dar gracias por ser mi hermano. Cualquier otro que estuviera en tu lugar ya habría sido ejecutado por alta traición.
Le doy un pequeño sorbo a mi copa de vino.
Armín: Lo sé.
Dante bufa.
Dante: ¿Es lo único que vas a decir?
Me giro para enfrentarlo.
Armín: Luna jamás estuvo de nuestro lado y ella ya sospechaba la verdad. Con un poco más de tiempo e investigación lo habría descubierto, y estoy seguro de que se lo habría contado a Blake. Además, Luna ha conseguido despertar los poderes de Blake. La luz es fuerte en él, ahora más que nunca.
Él hace una mueca de disgusto.
Dante: Me lo imaginaba. Debí haberle matado cuando nació.
Niega con la cabeza.
Dante: Ni siquiera debería haberle dejado nacer.
Noto como la ira crece en mí, pero me controlo. Le miro con los labios apretados.
Armín: ¿Y por qué lo hiciste?
Me lanza una mirada que no soy capaz de descifrar.
Dante: Por tí.
Le observo muy sorprendido. Él sonríe sarcásticamente.
Dante: Esta claro que no esperabas esa respuesta.
Armín: Sinceramente no. Me esperaba cualquier respuesta menos esa.
Lanza un suspiro pesaroso.
Dante: Sabía que era importante para tí. Por eso le permití vivir y por eso decidí que tú le criaras como si fuera tuyo. Sabía que lo querrías como a tu hijo y que lo harías mucho mejor que yo.
Por mucho que lo intento, no lo puedo evitar y una lágrima silenciosa cae por mi mejilla.
Armín: ¿Entonces por qué la mataste?
Dante: A ella no podía dejarla vivir. Sabía demasiado. Por el contrario, Blake era un bebé recién nacido, manipulable, fácil de engañar. Él se creería cualquier cosa que le dijera, ella no.
Armín: ¿Y por qué no pudiste sencillamente dejarnos marchar?
Él suspira pesadamente.
Dante: No podía.
Armín: ¿Por qué? Jamás te hubiéramos molestado, no habrías vuelto a saber de nosotros, nunca nos habrías vuelto a ver, podríamos haber desaparecido, ¿por qué no nos dejaste marchar? ¿Por qué la violaste y la mataste cuando sabías perfectamente que yo la amaba?
Dante: No podía permitir que te fueras.
Le miro con los ojos surcados de lágrimas.
Armín: ¿Pero por qué? ¿Acaso temías que me alzara contra tí? ¿Qué me uniera a los hechiceros blancos? Porque si es así, debes saber que jamás lo habría hecho. ¡Jamás podría ir contra tí hermano! ¡Tú mejor que nadie sabes que yo nunca te daría la espalda ni te traicionaría! Te aprecio demasiado como para revelarme contra tí Dante, y lo sabes.
Él me mira, y por primera vez desde hace mucho tiempo, soy capaz de leer la tristeza en su mirada.
Dante: Lo sé Armín. Siempre me has sido leal y nunca temí que me dejaras de lado.
Le observo apenado.
Armín: ¿Entonces, a qué temías hermano mío? ¿Qué es lo que te produce tanto temor?
Y una vez más, su respuesta me deja asombrado.
Dante: Perderte. Te habrías ido y no te habría vuelto a ver. Podía soportar tu odio hacia mis acciones, pero no habría podido soportar el no volver a saber nada de tí nunca más. ¿No comprendes que eres lo único que me queda?
Intento responder, pero mi mente está completamente en blanco tras su confesión. Él niega con la cabeza, y mi asombro aumenta cuando una lágrima cae por su ojo.
Dante: Lo lamento mucho hermano.
Él levanta una mano y me toca la frente.
Lo último que veo antes de desplomarme en la cama es su rostro de profunda tristeza, y lo último que escucho antes de cerrar mis ojos es la copa de cristal rompiéndose en mil pedazos.

Pov Dante

Le observo caer a cámara lenta sobre la cama. Sé que el hechizo no le mantendrá dormido por mucho tiempo, así que me levanto.
Dante: Me duele hacer esto Armín, pero no me has dejado otra opción.
Le observo apenado una última vez antes de salir de la habitación para dirigirme al salón del trono.
Cuando llego me siento en el trono y poco después llega un Cazador.
CazadorX: ¿Qué necesitáis mi señor?
Dante: Quiero ver a Héctor inmediatamente.
El Cazador hace una reverencia.
CazadorX: Por supuesto mi señor. Le llamaré enseguida.
Asiento y el Cazador vuelve ha hacer una reverencia y luego se va corriendo.
?: ¿Crees qué es una buena idea?
Sonrío.
Dante: Héctor es nuestro mejor guerrero ahora que Blake se ha marchado. Además el odio que le tiene le ayudará a cumplir la misión.
?: ¿Crees qué lo logrará? Según dicen, Blake es un guerrero excelente.
Dante: Lo sé.
En ese momento, Héctor llega. Hace una reverencia en cuanto está frente a mí.
Héctor: ¿Me habéis llamado mi señor?
Dante: Así es Héctor. Tengo una misión muy importante para tí.
El joven guerrero sonríe con orgullo e inclina la cabeza.
Héctor: La realizaré lo mejor que pueda mi señor.
Sonrío enigmáticamente.
Dante: No lo dudo muchacho.
Noto como mira de reojo a mi lobuna fuente de información, pero no le doy importancia.
Dante: Mi hija Luna y mi sobrino Blake han desertado. Quiero que les encuentres y elimines a Blake.
Él sonríe cínicamente.
Héctor: Será un placer mi señor. ¿Qué hago con Luna?
Dante: Traela de vuelta aquí. Convencela para que vuelva o traela a la fuerza, no me importa, pero a ella la quiero viva.
Él asiente y vuelve a mirar menos disimuladamente a mi traidora. Hago un gesto con la mano hacia ella.
Dante: Ella te ayudará a encontrarles.
Vuelve a asentir y hace una reverencia.
Héctor: Se hará como dices mi señor.
Al final, que lo lamentara no sirvió de mucho.

~𝕮𝖔𝖓𝖙𝖎𝖓𝖚𝖆𝖗𝖆~