Pov Erik
¡PIP! ¡PIP! ¡PIP!
Abro los ojos deseando poder volver a cerrarlos en cuanto los abro.
A mi lado, Alan se estira para apagar el despertador.
Alan: Erik...
Suspiro.
Erik: Sí, lo sé.
Salgo de la cama con cansancio y me cambio de ropa rápidamente.
Alan me abraza con fuerza, como si yo quisiera marcharme corriendo y el tratase de detenerme.
Alan: Ojalá pudiera hacer algo más...
Niego con la cabeza y beso su frente con dulzura.
Erik: Tenerte a mi lado ya es suficiente para mí Alan.
Él me dedica una mirada triste.
Alan: Lo siento tanto Erik...
Le dedico una sonrisa vacía de cualquier rastro de alegría.
Erik: No es culpa tuya. Ninguno de nosotros podría haberlo predicho.
Beso suavemente sus labios y después salgo de mi habitación.
Recorro el pasillo sintiéndome como un extraño en mi propia casa.
Finalmente, llego a mi destino.
Empujo despacio la puerta y esta se abre con un chirrido. Con un suspiro, entro en la habitación.
Lo primero que hago es dirigir mi mirada al pálido cuerpo que se encuentra tumbado en la cama. Después, me giro hacia el que se encuentra sentado en el sillón, durmiendo profundamente.
Me acerco despacio hasta él y le zarandeo con suavidad para despertarle.
Erik: Luka...
Él emite un sonido de molestia y se revuelve en el sillón sin abrir los ojos.
Erik: Luka... Vamos, despierta...
Luka: ¿Mmm?
Abre un ojo con aspecto adormilado.
Erik: Venga, arriba.
Él emite un débil bostezo y se frota los ojos con una mirada somnolienta.
Luka: ¿Erik...?
Parpadea unas cuantas veces y mira a su alrededor desorientado, hasta que finalmente parece que se despeja del todo y me mira con rostro neutral.
Luka: ¿Qué hora es?
Erik: Las nueve y cuarto.
Él asiente sin una palabra y se levanta del sillón para sentarse en uno de los bordes de la cama.
Erik: Venga Luka, vete a descansar. Yo me quedaré a su lado.
Luka niega con la cabeza firmemente.
Luka: No, no quiero separarme de él.
Suspiro con un profundo cansancio.
Erik: Luka, no es sano que continúes de esta manera. Comprendo tu dolor y lo comparto contigo, ya lo sabes, pero debemos ser fuertes.
Él niega de nuevo con la cabeza.
Sé que en realidad ni yo mismo me creo las palabras que acabo de pronunciar, pero Luka lleva ya tres días encerrado en esta dichosa habitación.
Luka: Él lo hizo por mí y yo lo haré por él.
Me coloco enfrente suya para que me mire directamente a los ojos.
Erik: Él odia verte así Luka, y lo sabes.
Luka me mira fijamente, vacilando ante mis palabras. Finalmente, el cansancio le gana y asiente, levantándose de la cama.
Luka: Está bien...
Tras una breve mirada al débil cuerpo que reposa en la cama, se dirige a la puerta y se marcha, cerrando la misma tras de si.
Suspiro, aliviado por haber conseguido mi objetivo. Ocupo el lugar en el Luka estuvo sentado apenas hace un instante y cojo su mano con delicadeza.
Hace ya una semana desde mi cumpleaños. Una semana desde que descubrí que voy a perder a mi hermano sin que pueda hacer nada por impedirlo.
Una lágrima rueda por mi mejilla ante tal espantoso pensamiento.
Christopher empeora a cada día que pasa. Sus dolores han aumentado de intensidad y son cada vez más constantes. Está débil la gran mayoría del tiempo y apenas se levanta de la cama.
He tenido muy pocas conversaciones con él durante este período de tiempo.Flashback
Erik: ¿Por qué no me dijiste nada? ¡Nos prometimos que no habrían más secretos entre nosotros, Chris! ¡Esa promesa era precisamente para poder evitar esta situación!
Las lágrimas ruedan por mis mejillas sin control alguno. Christopher se incorpora con dificultad de la cama y me abraza, volviendo a tumbarse y tumbándome a mí sobre su pecho.
Christopher: Lo sé, lo sé Erik y lo siento. Deseaba contártelo, pero cuando me dijiste que le ibas a pedir a Alan que se casara contigo... no tuve el valor suficiente. Estabas tan feliz que...
Suspira pesadamente, acariciando mi cabello con infinito cariño.
Christopher: No quería ver como se te borraba la sonrisa de la cara. Lo siento de verás Erik.
Vuelve a suspirar y menea la cabeza débilmente.
Christopher: Mi Lobo tenía razón, sólo soy un cobarde, débil e hipócrita.
Erik: Eso no es cierto Christopher, jamás en toda mi vida he conocido a alguien tan valiente y fuerte como tú.
Él me sonríe sin demostrar verdadero alegría.
Christopher: Creo que te estás confundiendo de hermano, Yang.
También le sonrío, meneando la cabeza.
Erik: Claro que no. Creo que no había tenido tanto miedo en toda mi vida.
Él me dedica una de sus miradas enigmáticas.
Christopher: Pero delante del resto de la manada no lo aparentas.
Dejo escapar una risa vacía.
Erik: Claro, porque oculto mi temor, pero eso no quiere decir que no lo sienta.
Él me dedica una de esas sonrisas de hermano mayor que yo tanto extrañaba y suspira.
Christopher: ¿Es que no te das cuenta Erik? Eso es la verdadera valentía. La capacidad de tener miedo sin que el resto de la gente lo advierta. Yo soy un insensato.
Erik: Para de insultarte a tí mismo Chris. No eres un insensato.
Él me sonríe con profundo afecto.
Christopher: No le tengo miedo a la muerte Erik. Si hubiera un trofeo al más insensato, probablemente yo lo ganaría. Sé que moriré, más pronto que tarde, y no tengo miedo por ello.
Me estremezco de pies a cabeza mientras siento un sudor frío resbalar por mi frente.
Erik: No digas eso por favor. No sé qué voy a hacer sin tí.
Niego con la cabeza mientras las lágrimas vuelven a caer de mis ojos.
Erik: No estoy preparado para que te vayas de mi lado para siempre.
Le abrazo con más fuerza, como tratando de retenerle a mi lado.
Erik: No puedo perder a nadie más...
Él me besa la cabeza con dulzura.
Christopher: No vas a perderme Erik. Sé que es muy cursi y que es lo que siempre se dice, pero no me iré del todo. Siempre estaré a tu lado, y esta promesa, te aseguró que la cumpliré.
Fin del flashback
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Medio loba
Hombres LoboDespués de casi 15 años de la victoria de los Cazadores en la Guerra de Lobos y Cazadores, Luna encuentra por casualidad, a los Lobos supervivientes y se una a su manada. Ella sabe que es la Elegida. Pero, ¿será capaz de aceptar el destino que eso...