C1/T1: Principio

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La luz de la luna proyectaba sombras mientras corría por los innumerables callejones de Madrid.
A medida que me alejo del banco las sirenas de los policías se alejan en la distancia.
Mi nombre es Luna. Tengo 19 años, aunque estoy a punto de cumplir los 20.
Como ya he comentado antes, vivo en Madrid, España.
Tengo el pelo de color castaño claro, y ojos verdes. Bueno, un ojo de color verde, el otro es plateado, aunque lo tapo con lentillas. El porque ya os lo explicaré más tarde.
Pero dejando de lado mi robo al banco, hay algo muy importante que todavía no he mencionado.
Veréis... Soy medio loba.
Mi madre es la reina de los Lobos, lo que, efectivamente, me convierte en princesa. Pero por desgracia, mi padre no es Lobo.
Es complicado.
Hace casi 20 años la reina de los Lobos dió a luz a una pequeña Loba. Pero esa cachorro no era hija del rey. No, su padre era, ni más ni menos, que el líder de los temibles Cazadores.
¿Y a que no adivináis quien era esa cachorro?
Exacto, esa pequeña e inocente cachorro, soy YO.
Antes de morir, mi madre me dió sus poderes y es así como me convertí en la "Elegida".
Bueno, antes de continuar debéis saber que la familia real no obtuvo su puesto porque sí. Todos los miembros de la familia real tienen poderes especiales. Y es que, son capaces de controlar uno o dos elementos de la naturaleza.
Yo soy capaz de controlar los cuatro elementos de la naturaleza. Y eso me convierte en la persona más poderosa del mundo. O por lo menos, eso dicen. Es por eso que uno de mis ojos es plateado. Efectos secundarios supongo.
Pero ya sabéis mi pasado así que ahora volvamos al presente.
Creo que les hemos dado esquinazo.
Eso parece. (Cuando este en negrita es porque su Lobo habla).
Bien, vámonos... ¡Mierda!
¡Idiota, se te ha caído la bolsa con el dinero!
No podemos volver. Ugh, con lo que nos ha costado...
De repente, siento una mano en mi boca y otra en mis ojos. Alarmada, trato de defenderme en vano, no tardo mucho en darme cuenta de que no es una sola persona, si no que son varias. Alguien coloca una venda en mis ojos, impidiéndome ver, y no tardo en sentir un paño húmedo sobre mi nariz y mi boca. Poco a poco pierdo el conocimiento...
Y ese fue el principio de todo.

~𝕮𝖔𝖓𝖙𝖎𝖓𝖚𝖆𝖗𝖆~

Medio lobaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora