Después de casi 15 años de la victoria de los Cazadores en la Guerra de Lobos y Cazadores, Luna encuentra por casualidad, a los Lobos supervivientes y se una a su manada.
Ella sabe que es la Elegida. Pero, ¿será capaz de aceptar el destino que eso...
Yo sonreí. Luna: No os lo voy a decir. Los cinco chicos me miraron extrañados. Flavio: ¿¡Por qué!? Luna: Porque si os lo digo mi hermano ya no me deja ir y yo pienso ir. Luka: Luni... Luna: A mí no me mires, reclamarle a mi hermano. Todos se giraron hacia un muy enfado Erik. Todos-Erik y Luna: ¿...? Mi hermano cambio su expresión por una cansada. Erik: No tengo ganas de discutir ahora. Ya lo hablaremos más tarde. Simplemente asentí. Sabía que estaba cambiando de tema adrede, y en esos casos siempre era mejor seguirle la corriente. Erik: Te querrás cambiar de ropa, me imagino. Mi hermano miró con aire crítico la ropa que llevaba puesta.
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No tenía gran cosa en realidad. Pero me apetecía muchísimo cambiarme. Cuando me quise dar cuenta, estábamos delante de otra puerta. Mi hermano la abrió, y me hizo una seña con la cabeza para que entrara. Era una habitación sencilla con una sola ventana, una cama en un lado, y un armario en el otro. Erik: Hay ropa en el armario que seguro que te gustará. Yo asentí de nuevo, y mi hermano cerró la puerta, dejándome sola adentro para darme intimidad. Fui al armario y rebusque un poco hasta que encontré uno que me encantó. Me lo puse desaciendome de mi otra ropa.
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Saque mis orejitas y mi colita feliz. Me peine mi pelo y salí de la habitación encontrándome con los cinco chicos esperando fuera. En cuanto salí estos se giraron a mirarme y pude apreciar las reacciones diversas. Flavio y Alan simplemente me miraron y sonrieron amablemente. Mi hermano me lanzó una mirada des aprobatoria. Sabía que no le gustaba que me vistiera así, pero esa discusión ya la pasamos hace mucho tiempo. Y en cuanto a Luka y a Liam, pude apreciar un leve rubor en sus mejillas que me hizo sonreír. Luna: Me muero de hambre. Mi hermanito sonrió, me cogió de la mano y comenzamos a caminar. Curiosamente no nos cruzamos con nadie. Deduje que todos estarían comiendo. Llegamos a unas puertas grandes que estaban abiertas de par en par. Y fue ahí cuando pude ver a toda mi nueva manada reunida. En cuanto notaron la presencia de Erik y la mía propia todos enmudecieron y se nos quedaron mirando. Yo agache la cabeza casi por instinto. Erik: ¡Amigos hoy es un día feliz! La voz de mi hermano resonó por todo el comedor, haciendo eco por todos lados. Todas las miradas estaban clavadas en Erik y en mí. Erik: ¡Hoy, en consecuencia de ciertos acontecimientos que no son necesarios nombrar... (Mirada asesina a Liam, Alan y Flavio) ... he recuperado a alguien muy importante para mí! ¡Os presento a todos a mi hermana pequeña, Luna! Mi hermano me coge suavemente la mano y hace que me adelante con él a su lado. De repente,oigo aplausos y vítores y levanto la mirada. Los Lobos me sonríen y me dan la bienvenida. He sido aceptada por la manada. Pero no por todos. Noto una mirada clavada en mí. Miro hacia donde siento esa profunda mirada y me encuentro con una Loba rubia de ojos azules que parece que me quiere asesinar con la mirada.
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Le devuelvo la mirada tranquilamente. Parece que no solo haré amigos... Me gané una gran cantidad de amigos, pero también algún que otro enemigo.
