C31/T1: Promesas rotas

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Ya han pasado unos días. Christopher y Luka ya son una pareja oficialmente.
Alan y Erik se dedican a cuidar a Adam y Esperanza.
Flavio sigue intentando convencer a Amira para tener un cachorro.
Rose sigue creando parejas de la nada.
Bella sigue molestandome y mirándome muy mal.
Y Liam y yo seguimos como siempre.
Pero hay algo a lo que llevo un tiempo dándole vueltas. Desde que tuve aquella pequeña charla con Christopher he estado pensando en ello...
Luka: ¡Tierra llamando a Luna! ¿Estas ahí?
Parpadeo un par de veces sobresaltada.
Estamos en el jardín hablando tranquilamente.
Los chicos me miran esperando mi reacción.
Luna: Lo siento, no estaba escuchando... ¿Qué decías?
Luka suspira.
Alan: ¿Estas bien Luna? Últimamente estas muy distraída y no prestas atención a tu alrededor.
Alan me mira preocupado. Ha desarrollado como una especie de instinto paternal, que aunque ya lo poseía antes, desde que nacieron Adam y Esperanza ha aumentado notablemente.
Le sonrío para tranquilizarlo.
Luna: Sí, estoy bien. Es solo que he estado dándole vueltas a una cosa...
Flavio: ¿Qué cosa?
Luna: Christopher, ¿cuántos años tienes?
Mis dos hermanos se tensan y realizan un pequeño intercambio de miradas que no se me pasa desapercibido.
Christopher: Ejem, pues... Veintiséis años...
Liam: Tienes veintitrés años Chris. (Frunciendo el ceño).
Mi hermano mediano fulmina con la mirada a mi novio.
Erik: Por supuesto que no.
Liam: Por supuesto que sí. Estoy seguro Erik, nosotros tenemos la misma edad y Christopher solo es un año mayor.
Mi hermano mayor también le lanza una mirada a Liam como diciéndole "callate".
Luna: Entonces, solo eres tres años mayor que yo, es decir, que cuando nací tenías tres años.
Y la guerra estalló cuando yo tenía cinco años, es decir, que tu tenías ocho. Si te fuiste a esa edad, ¿por qué no me acuerdo de tí?
Christopher: Mmmm... Pues...
Se crea un profundo silencio, demasiado incómodo como para continuar, pero aún así, nadie se atreve a romperlo.
No lo dudo y me giro hacia Erik, que esta mirando el suelo y mordiendose los labios.
Luna: ¿Me lo explicas Erik?
Él levanta la cabeza, pero sin atreverse a mirarme directamente a los ojos.
Luna: Me prometiste que no me volverías a mentir. Me prometiste que no me esconderías más secretos. ¡Estas rompiendo tu promesa!
Erik: ¡No te estoy mintiendo!
Luna: ¡Claro que sí! Te muerdes los labios cuando mientes y no puedes mirar a las personas a los ojos.
Él abre los ojos y murmura algo por lo bajo.
Luna: Mirame a los ojos y dime que no me estas mintiendo.
Mi hermano levanta la cabeza y clava su mirada en la mia.
Sus ojos muestran tristeza, vergüenza y rabia.
Erik: Lo siento Luna...
Le miro triste y enfadada, me levanto rápidamente y echo a correr dentro del edificio.
Oigo los gritos de los chicos pero no les hago caso.
No me lo puedo creer. Lo ha vuelto a hacer. Me prometió que no habría más secretos entre nosotros. ¿De qué sirven la promesas si no las vas a cumplir?
Cuando estoy a punto de entrar a mi habitación una mano me detiene.
Luna: Dejadme en pa... Erik.
Erik: Por favor, dejame explicartelo.
Me mira suplicante. Asiento despacio mientras entramos a mi habitación para poder hablar tranquilos.
Luna: Vale, te escucho.
Me siento en la cama cruzada de brazos.
Erik se pasa una mano por el pelo nervioso.
Erik: Te modifique los recuerdos...
Le miro dolida. Eso ya lo había dado por hecho, pero que él me lo suelte así, sin más...
Erik: Lo siento Luna, de verdad... Te juro que yo no quería hacerlo. Pero tenía siete años y mi padre se estaba muriendo ante mis ojos.
Se le escapa una pequeña lágrima que le resbala por la mejilla y cae al suelo al llegar a la barbilla.
Erik: Padre me pidió que te modificara los recuerdos. Dijo que sería lo mejor. No sé porque... Era un niño. Ahí fue cuando di por hecho que mi hermano mayor había matado a nuestros padres... Todavía sigo sin entender las palabras de mi padre. Lo siento pequeña, de verdad.
Ahora estaba llorando de verdad. Creo que nunca había visto a mi hermano así.
Me acerque y lo abracé con fuerza. Me di cuenta de que yo también estaba llorando.
Luna: Lo siento yo por enfadarme de esa manera. Debí haberte escuchado.
Erik negó con la cabeza, aún estrechándome entre sus brazos.
Erik: Tienes todo el derecho a enfadarte conmigo. Deberías odiarme...
Luna: Erik, nunca sería capaz de odiarte, sabes perfectamente que te quiero demasiado.
Él sonrió débilmente.
Erik: Y yo nunca sería capaz de hacerte daño. Y te he hecho muchísimo daño...
Luna: No ha sido culpa tuya... Te perdono Erik.
Erik: Gracias, aunque no me lo merezco.
Luna: No digas eso...
Nos quedamos un rato más así, abrazados en silencio, hasta que al fin nos separamos.
Mire a mi hermano a los ojos y él me imitó.
Luna: Solo tengo una condición...
Erik asintió.
Luna: Devuelveme mis recuerdos.
Había vuelto a romper a su promesa, pero yo simplemente, le perdoné.

~𝕮𝖔𝖓𝖙𝖎𝖓𝖚𝖆𝖗𝖆~

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