Christopher: ¡Venga enana!
Para mi desilusión el árbol arde.
Oigo los gritos de algunos Lobos que han venido a observar el entrenamiento.
Hace varios días desde que salvamos a Christopher.
Erik se inventó una historia sobre que todo había sido un complot de los Cazadores y no se que más, y ahora todos han aceptado a mi hermano mayor en la manada.
En este momento estoy entrenando con él.
Aunque el objetivo era crear un anillo de fuego entorno al árbol, y yo lo he calcinado.
Christopher: ¡Vale no pasa nada!
Crea una bola de agua en sus manos y la lanza al árbol ardiendo. Luego me da unas palmaditas en la cabeza como si fuera una niña pequeña.
Christopher: No esperaba que lo consiguieras a la primera.
Hago un pequeño puchero con mis labios, y él se ríe.
Christopher: Es un truco complicado. No te preocupes, ya le cogerás el truco.
Mi hermano mayor me sonríe.
?: ¿¡Qué ha pasado aquí!?
Mi hermano mediano viene corriendo hacia nosotros, y se queda mirando el pobre árbol calcinado.
Yo agacho las orejas y la cola avergonzada.
Luna: Lo siento tete...
Me mira y luego mira a Christopher.
Suspira.
Erik: No pasa nada...
Christopher me guiña el ojo y sonríe maliciosamente.
Christopher: Buena suerte enana.
Y se va furtivamente antes de que nadie pueda decirle nada.
Erik: ¿Lista para tu entrenamiento?
Luna: *Mierda.* Sí... claro... Solo dime que no me vas a obligar a curar al árbol que he calcinado.
Mi hermanito se me queda mirando pensativo.
Erik: No, de eso ya me encargaré yo.
Suspiro aliviada.
Erik: Vamos, ven.
Erik hecha ha andar. Le sigo intrigada.
Luna: ¿Adonde vamos?
Erik: Ya lo veras.
Continuamos caminando hasta llegar a un pequeño claro. Entonces Erik se detiene y se sienta en la hierba. Yo le imito.
Se arrodilla y extiende sus manos sin llegar a tocar el suelo.
Poco a poco, veo como una una flor sale de entre la hierba tímidamente y se queda mirando al sol.
Erik: Ahora hazlo tú.
Asiento algo nerviosa.
Una cosa es verlo, y otra muy distinta, hacerlo.
Extiendo mis manos igual que mi hermano y me concentro.
Siento un pequeño cosquilleo y dejo fluir la energía.
Erik: ¡Muy bien pequeña!
Quito mis manos y observo con una sonrisa a la pequeña florecita que he logrado crear.
Jazmín.
Erik: Bien hecho pequeña. Con un poco más de experiencia, conseguirás hacer germinar árboles.
Luna: Si tú lo dices... (Riendo).
Se levanta y yo le imito, y ambos echamos a caminar para volver a casa.
De repente, Erik se detiene y me mira los pies.
Luna: ¿Qué pasa tete?
Él solo señala el suelo.
Miro mis pies y me quedo sorprendida.
Doy un paso y un jazmín florece junto a mí.
Miro a Erik que hace esfuerzos sobrehumanos por no echarse a reír.
Luna: ¡No tiene gracia! ¡Ayudame!
Se hecha a reír. Le miro enfadada.
Recorremos el resto del camino a casa así, el riendo y yo enfadada.
Al llegar todos se nos quedan mirando.
Los chicos se nos acercan con una sonrisa divertida.
Christopher: Creo que tienes un problemita enana. (Riendo).
Luna: No me digas... (Irónica).
Se pasan todo el día burlándose de mí, hasta que al fin, Erik consigue que pare de crear jazmines a cada paso que doy.
Estoy acostada en mi habitación con Liam.
Aunque cada uno esta en un extremo.
Liam: Venga... ¿Sigues enfada?
No contesto.
Liam me abraza por atrás.
No le correspondo, pero tampoco hago nada por impedírselo.
Liam: Lo siento~. Solo era una broma~.
Arrugo la nariz.
Él me roba un beso.
Liam: ¿Me perdonas?
Pone una carita muy tierna y no puedo evitar reírme.
Luna: Vale, pero no lo vuelvas ha hacer.
Liam: Prometido.
Me da otra beso y me abraza posesivamente.
Esta vez correspondo y me apoyo en su pecho.
Y así, nos quedamos dormidos.
Y así, entre tierra y fuego, terminó mi día.~𝕮𝖔𝖓𝖙𝖎𝖓𝖚𝖆𝖗𝖆~

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Medio loba
LobisomemDespués de casi 15 años de la victoria de los Cazadores en la Guerra de Lobos y Cazadores, Luna encuentra por casualidad, a los Lobos supervivientes y se una a su manada. Ella sabe que es la Elegida. Pero, ¿será capaz de aceptar el destino que eso...