Olía muy bien y no era por la comida, era por la humana que se encontraba acompañándonos. Caperucita no era el tipo de chica que me atraían pero ella tenía ese algo que la hacía especial.
A mí me atraían las lobas de cabello oscuro, altas y curvilíneas, pero Kaia tenía muy pocas de las cosas que me gustaban en una mujer. Su cabello era oscuro pero riso, demasiado riso, ella era trigueña, pequeña y poseía atributos, aunque no eran nada fuera de lo normal. Sus pechos eran pequeños, sus curvas no eran exageradas y tampoco poseía un trasero exuberante, pero aun así no podía dejar de observarla como si fuera la mujer más hermosa de todas.
¿Era eso lo que sentía mi padre por mi madre? ¿Todos los que conocían a sus mates sentían la necesidad de protegerlas todo el tiempo?
— Caperucita…— Saboreé el apodo que le había dado.— Aquí tienen sus pedidos. — Nos dijo la mesera.
Sentía la mirada de la chica sobre mí pero yo solo intentaba ignorarla.
— No la mires nunca, eso podría ponernos en una situación difícil más adelante. — Iba a hacerle caso a Oriol porque sabía que tenía razón.— Gracias. — Habló Caperucita con amabilidad y no pude evitar sonreír. Ella era muy amable y dulce con todos.
“Zorra.”El pensamiento de la humana llegó a mi cabeza como un susurro, uno que me causó molestia.
— ¿Necesitan algo más? — Preguntó la mesera.— Humana, si vuelves a llamarla así voy a partirte las piernas. — Me comuniqué únicamente con ella.
Sentir miedo por haber escuchado una voz en su cabeza era una reacción normal en los humanos. La mujer se había sobresaltado y miraba hacia todos lados para ver si alguien se había acercado a ella para decirle aquello.
— ¿Escucharon eso? — Nos preguntó. — ¿Fue alguno de ustedes?— Dile que nos entregue las bebidas. — Le hablé a Jeremía porque era el que menos tacto tenía.
— No sé de lo que hablas pero sin bebidas nos vamos a atorar. — Él señaló la comida y la hizo volver en sí.
— Ah… Sí, lo siento. — Murmuró atropelladamente y se alejó.
Los gemelos me observaban como si intentaran saber qué había sucedido pero al menos en ese momento no iba a decirles. No importaba si podía comunicarme con ellos sin que Kaia nos escuchara, simplemente no quería hablar sobre eso en su presencia.
— Y pensar que hace pocos días nos había vuelto a decir que no quería cachorros. —Habló Jeremía por el enlace.
Su hermano gemelo y él no habían dejado de mirarnos y disimular sus burlas, ya fuera comiendo o tomando de sus refrescos.
— No me gustan los cachorros. Son ruidosos y exigen demasiada atención. — Respondí a su ataque.— Entonces deja de mirarla como si los quisieras. — Volvió a atacar Jere.
No me había percatado de que había estado mirándola y al parecer ella tampoco. Me giré disimuladamente hacia al frente y continué comiendo como si no pudiera escuchar las constantes burlas.Después de comer y volver a la escuela, cada cual fue a su salón y para mi buena suerte, ella se sentó junto a mí.
Pov KaiaLa escuela había terminado hacía un par de horas y yo me encontraba acostaba en el sofá de la pequeña sala, viendo la televisión. Como vivíamos prácticamente en el bosque no había mucha señal así que nos conformábamos con los pocos canales que se podían ver con claridad. Noticias locales, canal de caricaturas antiguas y el que peor se veía, el de los deportes.
— Por favor. — Murmuré con fastidio.
Estaban pasando un partido de futbol americano que quería ver pero no podía porque cada cierto tiempo se iba la señal. Una de mis manos impactó en un costado del viejo televisor para que se “arreglara”.
— Necesito comprarme algo mejor. — Estaba dispuesta a volver a golpear el cacharro que tenía por televisor pero no pude hacerlo.
Había algo en el bosque, algo que me observaba fijamente. Podía sentir una mirada clavada en mí y al estar sola en casa, me alarmé. Tomé la escopeta que le pertenecía a mi padre y me senté en el sofá, apuntando hacia afuera.
— No tengo miedo, no estoy asustada. — Me repetía mientras sujetaba el arma con fuerza.
Para mi sorpresa, de entre los árboles no había nadie a excepción de un gran e imponente lobo.
— Ay, santas manzanas podridas… Me va a comer. — Susurré para mí, viendo cómo se acercaba. —S…Sí te acercas... Te… Te disparo. T... Tu mamá… Tu mamá no volverá a… a ver a su bo… bola de pelos.
Estábamos separados por la pared de mi casa pero no podía engañarme, si esa cosa quería atacarme, la pared iba a ceder fácilmente. Mi pequeña casa no era el lugar mejor construido o cuidado pero era el hueco familiar y eso era más que suficiente.Podría parecer una demente pero aquel lobo había girado un poco la cabeza como si quisiera entenderme y luego se había sentado. No, no estaba perdiendo la cabeza, el lobo realmente había hecho eso y solo estaba ahí sentado, observándome.
— Eh… Si te doy de comer, ¿me arrancas la mano? — Sabía que el animal no podía responderme pero la pregunta la había hecho para mí, para tranquilizarme.
Por el pueblo jamás se habían visto o escuchado lobos y encontrar uno afuera de mi casa era aterrador.— Bien…— Corrí a la cocina para buscar un pedazo de carne cruda. — Si todo sale bien, tú iras con tus amigos lobos y yo podré dormir sin miedo a perder la mitad del cuello.
Al volver con la carne él seguía ahí, observando cada uno de mis movimientos. Cuidadosamente me acerqué a la ventana y la abrí un poco para poder lanzarle lo que iba a ser mi cena del día siguiente.
— No me muerdas por favor, no me muerdas. — Pedía por lo bajo.
El animal era mucho más grande de lo que creía y que pudiera sentir su respiración en el dorso de mi mano no me hacía sentir segura. De pronto, algo áspero y baboso acarició el lugar en donde su respiración chocaba y lo supe, me había chupeteado la mano.
— Por favor, no tengo buen sabor. Te aseguro que mi carne es amarga, lo sé porque ni yo me soporto. Soy una amargada y mi carne debe saber así. — El lobo no había dejado de lamer mi mano en ningún momento.— Luna mía. — Una voz masculina se escuchó como un eco en mi cabeza.
— Estoy loca…— Susurré cuando mi mirada cayó en el único ser que me acompañaba, el bendito lobo.
Sí, debía estar loca.
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Son of the Moon© ML #2 [BORRADOR]
Werewolf💫Esta historia es completamente de mi autoría por lo que se prohíbe su copia o adaptación.💫 •Segundo libro de la bilogía ML.• •Necesitas leer The Moon para entender un poco lo que sucede y para conocer parte de los personajes.• La diosa cumplió su...