Debíamos mantenernos tranquilos, no alarmar a nadie y actuar por debajo de la mesa. Parecía fácil pero no lo era, no cuando las manadas estaban enloquecidas y no sabían en quien confiar o en qué creer.
Castiel no se separaba de mí en ningún momento, ni siquiera cuando tenía que cumplir con sus labores como el nuevo alfa de la manada. Si cuando creía que un solo cachorro no dejaba que nadie se acercara y desconfiaba de todo aquel que me ofrecía comida, en esos momentos que sabía que en mi vientre habían tres estaba vuelto un paranoico.
Prácticamente no dormía, no permitía que otra persona que no fuera él me preparara alimentos, no se despegaba de mí para nada y para tener mayor seguridad, nos habíamos mudado de la mansión familiar sin que casi nadie lo supiera. Había guardias por todos lados y en cada rincón se encontraba una cámara grabando todo el tiempo. Pero sobre todo, nadie entraba o salía de la manada sin el consentimiento del alfa y sin llevar a cabo un debido proceso.
Medidas extremas para situaciones que se salían de nuestras manos.
— ¿Los cachorros te están molestando? — Preguntó sin alejar la mirada del montón de documentos que había sobre su escritorio.
Todos los días estaba él en su oficina, desde que se levantaba hasta que se acostaba y no porque lo quisiera sino para que estuviera tranquilo.El mismo día en el que Ulises había aparecido habíamos podido escuchar los latidos de nuestros cachorros porque él había retirado momentáneamente su protección. Eran tres cachorros, tan fuertes y saludables como era posible.
— No, solo están ansiosos, creo que extrañan que papá les hable. — Murmuré sonriente.
Castiel no lo dudó ni un solo instante, dejó los documentos a un lado y se acercó a mí, besando castamente mis labios e hincándose en el suelo. Sus manos fueron colocadas en los costados de mi vientre y lo olfateó, asegurándose de que allí adentro todos estuvieran bien.
— Deberías descansar, luces agotado. — Susurré mientras comencé a acariciar su cabello. — Me preocupas.— No te preocupes Caperucita, estoy bien pero no voy a descansar hasta estar seguro de que mi luna y mis cachorros están a salvo. — Castiel besó todo mi vientre con lentitud. — Los cachorros de papá… Mis pequeños…
— Cas, sé lo que harás. — El alfa dejó de darle cariño a mi vientre y me observó fijamente. — Y no estoy de acuerdo.
— No sé cómo lo supiste pero en estos momentos es la única pieza que tenemos, además del Lobo. — “Lobo” así llamábamos a Ulises para que su mención pasara desapercibida.
— Puede ser pero la última vez…— Preferí callar para no ser malinterpretada o colocar más presión sobre sus hombros.
— No volverá a suceder y no voy a ir solo, además, está muy débil como para hacer algo en nuestra contra. — No estaba convencida pero asentí. — Confía en mí, Naín podría tener las respuestas que nos faltan.
Volví a asentir dando por zanjada la conversación y permitiendo que él continuara empapándome con su aroma sobreprotector. Que él fuera a verla no era mi cosa favorita pero si creía que ella tenía repuestas, entonces debía confiar en su instinto.Una vez que llegó la tarde y Castiel se preparó para partir, ni siquiera me ofrecí a acompañarlo porque sabía la respuesta. Era la primera vez en meses que se separaba de mí y aunque me sentía insegura sin su cercanía, me oculté en nuestra habitación prácticamente sin hacer ruidos.
No sabía cuándo me había quedado dormida pero un movimiento al otro lado de la cama hizo que mis sentidos se despertaran en segundos. Sin llamar la atención del intruso tomé la daga que siempre tenía a mi lado por si algo ocurría y esperé. Cas me había dicho que siempre debía tirar hacia el cuello y que luego, si era necesario, pidiera disculpas.
— Tranquila, soy yo. — Habló entre susurros y volví a ocultar mi arma.— ¿Qué te dijo? — No iba a admitir que había estado cerca de convertirlo en un colador.
— Lo mismo que dijo la bruja que te atendió el día que te marqué por primera vez. Ella dijo que hay quienes no están felices con nosotros, conmigo. — Me incorporé lo mejor que pude y me quedé observándolo, se estaba desvistiendo para acostarse a dormir.
— Crees que la diosa la envió, ¿cierto? — Castiel asintió con pesar.
— Creo que todo esto fue un retorcido plan suyo desde el principio. Creo que ese lobo no mintió cuando dijo que no debí encontrarte y… Estoy casi seguro de que por lo mismo envió a alguien para confundirme, alguien con tu aroma para que yo mismo te sacara del camino. — Una vez que se encontró en ropa interior se acostó y me abrazó. — Para llegar a ti ella tendrá que matarme y quemarme en cada una de mis vidas porque no permitiré que nada te suceda, jamás.
Acerqué mis manos a sus mejillas y besé sus labios con suavidad, tan lento que creí que moriría entre sus brazos.
Mis sentimientos por Castiel habían llegado a un punto casi extremista, sabía que lo amaba y no porque la diosa hubiera trazado nuestros destinos sino por quien era, tal y como él lo había querido. Mi cariño por él no había nacido de la noche a la mañana, había estado creciendo durante meses y llegado el punto en el que estábamos era más amor que cariño, aprecio o ternura. Amaba a Castiel y aunque nunca se lo había dicho con palabras, creía fervientemente que lo sabía por los hechos.
En mi pecho latía una necesidad inmensa por decirle lo mucho que lo amaba pero no quería que se escuchara como una despedida. No, no deseaba que mis sentimientos fueran escuchados como una confesión por si las cosas se salían de control.
—Caperucita… Sé lo que estás pensando. — Susurró sobre mis labios. — No lo digas, no hasta que todo esto termine. ¿De acuerdo? — Asentí levemente antes de ser besada una vez más. — Eres mi vida Kaia, ustedes lo son y los amo, te amo con locura. — Nuestros labios volvieron a unirse y continuaron así hasta que nuestras respiraciones se volvieron irregulares y el cansancio llegó a nosotros. — Voy a protegerlos, incluso cuando ya no tenga fuerzas para luchar. — Balbuceó.
Él iba a protegernos y yo también los protegería, con uñas y dientes, con garras y colmillos.
ESTÁS LEYENDO
Son of the Moon© ML #2 [BORRADOR]
Werewolf💫Esta historia es completamente de mi autoría por lo que se prohíbe su copia o adaptación.💫 •Segundo libro de la bilogía ML.• •Necesitas leer The Moon para entender un poco lo que sucede y para conocer parte de los personajes.• La diosa cumplió su...