Creampie || MiChaeng (G!P) [PAUSADA]

Cinco

El sudor se acumulaba en la frente de Mina y no era exactamente por el calor de la época, ni siquiera había sol en ese momento pero la temperatura que iba subiendo por su cuerpo estaba comenzando a hacer que su respiración fallara.

– ¡Esto está delicioso! – chilló Chaeyoung alegremente mientras lamía su helado – Uh, ¿estás bien, Mina unnie?

– No – negó con un hilo de voz y luego se sonrojó, desviando la mirada – Q-Quiero decir, sí, estoy de maravilla.

– No lo parece – alzó su ceja preocupada – Ni siquiera has probado tu helado, hace 15 minutos que lo tienes derritiéndose en tu mano.

Ahí estaba el problema y la principal razón del martirio que estaba sufriendo la pelinegra, estaba a punto de cometer suicidio por haberle comprado un cono a su menor en vez de un helado en vasito. ¡Y es qué! Dios, su mente estaba podrida, realmente necesitaba ir a confesarse cuanto antes. O irse de putas. Lo que salga primero.

– ¿No te gusta el helado? – preguntó la menor lamiendo el propio y eso hizo que Mina volviera a atragantarse con su propia saliva – ¿Quieres del mío? – acercó su barquillo a la boca de la más alta.

«Ve si con algo frío se te quita la calentura, sucia de mierda.» le reprochó su mente y entonces aceptó. Abrió la boca y la rubia con una sonrisa le dió de su helado.

– Agh, muy dulce – se quejó – Odio el sabor a fresa – hizo una mueca y miró a la rubia, quien se había quedado absorta con sus mejillas completamente ruborizadas – ¿Chaeyoung? Te bugueaste – pasó su mano frente los ojos de la menor, la cual parpadeó varias veces.

– L-Lo siento – murmuró apenada – Es sólo que... Uhm...

– ¿Qué? – presionó tirando su helado derretido, de todas maneras ya no se lo comió por andar de virga.

– Nos dimos un beso indirecto – murmuró sintiendo como el calor de sus mejillas aumentaba, por lo que apuró el paso, dejando a la japonesa atrás.

– ¿Un beso qué? – la pelinegra alzó una ceja confundida – ¿Qué demonios es eso?

– Agh, ya veo porqué sigues soltera – masculló lanzando el barquillo vacío a la basura, según ella, esa galleta sabía a cartón – Nuestras bocas tocaron el mismo helado.

– Pero eso no es un beso, Chaeng – rió y la menor bufó.

– Tienes razón – asintió cuando llegaron a la puerta de su casa, la menor subió el peldaño de la entrada y se giró para mirar a la japonesa – Eso no fue un beso.

Mina no tuvo tiempo de reaccionar cuando Chaeyoung puso sus manos en sus hombros y tras un pequeño acercamiento, juntó sus labios en un pequeño y corto beso que a duras penas logró durar un segundo.

– Eso es un beso – sonrió levemente al separarse – Me voy a bañar – anunció y entró a la casa.

La pelinegra seguía en estado de shock, Chaeyoung la había besado... En los labios. Tenía que estar soñando, sí, eso debía ser. Movió su cabeza despabilándose y luego con su mano derecha se dio una fuerte cachetada a sí misma.