Veintitrés

3.9K 421 96
                                    

– Chae, tengo miedo – lloriqueó mirando hacia abajo, la japonesa se encontraba para en el borde la ventana, pensando realmente si era necesario morir de esa manera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

– Chae, tengo miedo – lloriqueó mirando hacia abajo, la japonesa se encontraba para en el borde la ventana, pensando realmente si era necesario morir de esa manera.

– Vamos, sólo son tres metros – giró los ojos – Piensa en esto, si te rompes las piernas, tendrás una tercera que es mucho más útil.

– No me ayudas – la miró con reproche y tragó saliva – No puedo hacerlo, me da miedo.

– ¿Quieres quedarte sin bebés?

– Nadie los necesita después de todo – sonrió inocentemente y recibió un golpe por parte de su novia.

– Eres una cobarde – bufó cruzándose de brazos.

– ¿Quieres saltar tú? – la desafió y la menor alzó las manos en son de paz – ¿Ves? No es tan senci... ¡CHAEYOOOOOOOuuung!

Mientras tanto, en la sala de la casa Nayeon y Jihyo sintieron un fuerte estruendo viviendo del patio trasero que las hizo sobresaltar a ambas.

– ¿Qué fue eso? – la mayor frunció el ceño mirando a su esposa.

– No lo sé, pero no creo que sea algo importante – se encogió de hombros.

De vuelta en la habitación, Chaeyoung soltaba sonoras carcajadas mientras observaba a su novia desde la ventana. La pobre pelinegra había caído en los arbustos, los cuales habían amortiguado el impacto, pero aún así había dolido como la mierda.

– ¡Lo siento! – exclamó la rubia – ¡Te lo compensaré!

– Maldita enana – murmuró la japonesa poniéndose de pie con dificultad, quitándose algunas ramas de su cuerpo – La voz a matar – siseó alzando la cabeza para lanzarle una mirada de muerte a la coreana.

– ¿Te dolió? – preguntó inocentemente, aunque parecía más una burla.

– ¡Me lanzaste de un segundo piso, maldita desquiciada! – le recriminó molesta – En este momento, estoy arrepintiéndome de estar enamorada de ti – acusó comenzando a caminar mientras cojeaba, su pie se había doblado – Nos vemos.

– Mina – escuchó y se volteó con enojo – Te amo – articuló con una sonrisa mientras le lanzaba un beso.

– Lamentablemente yo también – gruñó y sin más, salió del patio trasero, saliendo a la calle encontrándose con la misma señora que la había tratado de drogadicta junto a su hija chismosa.

– Mami – la niña jaló la manga de la mujer – ¿La cocaína te hace volar?

– Sí – Mina se acercó lentamente, asustando a la menor – Y no quieres saber qué es lo puedo hacer – sonrió siniestramente – ¡Buh!

– ¡AHHHH!

– ¡Aléjate, falopera! – la señora empujó a la japonesa y tomó la mano de su hija para comenzar a alejarse.

Creampie || MiChaeng (G!P) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora