Once

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– ¿Quieres que vayamos a mi habitación? – preguntó Chaeyoung como si nada, aunque por dentro estaba muriéndose de nervios

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– ¿Quieres que vayamos a mi habitación? – preguntó Chaeyoung como si nada, aunque por dentro estaba muriéndose de nervios.

– Chaeng, ¿no crees que esto es muy rápido? – rascó su nuca – No es que ni quiera hacerlo, pero no quiero que te sientas en la obligación de...

– Mina – río un poco, interrumpiéndola – ¿A qué le tienes miedo?

– ¿M-Miedo? Yo no tengo miedo.

– Sí, lo tienes – la menor se sentó en el sofá – Aunque miedo debo tener yo, después de todo, yo soy la virgen.

– La virginidad no existe – rodó los ojos, sentándose a su lado – Esa mierda es una construcción social.

– Vale, chica políticamente correcta – se mofó – El punto es que yo no he tenido sexo con nadie, a diferencia de ti.

– No tengo ninguna enfermedad – se defendió de inmediato.

Bueno aunque tomando en cuenta su historial sexual y su alto grado de calentura, no sería sorprendente el hecho de que tuviera ninfomanía, pero no iba a decirlo en voz alta.

– No hablo de eso, unnie, aunque es bueno saberlo – apuntó – Me refiero al hecho de que yo no tengo experiencia, me da miedo no hacerlo bien, además... Tu amigo parece que tiene hasta residencia y cédula de identidad.

– No seas exagerada, no es grande – la menor la miró con incredulidad – Bueno, no es taan grande.

– Definitivamente tienes raíces americanas, porque esa cosa que tienes entre las piernas asiática definitivamente no es – rió – Mina, estoy segura de hacer esto contigo.

– Pero...

– Además ya entendí tu juego – sonrió levemente y la pelinegra alzó una ceja confundida – Los niveles, quieres prepararme antes de que tengamos sexo como tal.

– ¿Cómo...?

– Te he dicho que no soy tan inocente como piensas – rió poniendo su mano en la pierna de la japonesa y le dió un suave apretón – Pero vuelvo a repetirte, no vas a lastimarme, has sido demasiado dulce conmigo – tomó su mano – Así que no te preocupes, confío en ti.

– Sólo quiero asegurarme de tener tu consentimiento.

– Y lo tienes, desde el primer minuto – afirmó – Así deja de prestarle atención a eso, puedes hacer conmigo lo que se te plazca – hizo una mueca de picardía – Lo único que te pido es que... Luego de todo este juego, no me dejes.

– ¿Estás loca? Nosotras nos vamos a casar – afirmó y la coreana soltó una carcajada.

– Más despacio, velocista – chocó su hombro con el de la pelinegra – Primero debes pedirme que sea tu novia, ¿no?

– Tienes razón, eso va a pasar en un futuro no muy lejano, cuando sea el momento – asintió mirando hacia la nada – Como sea, yo...

– ¿Me vas a explicar el siguiente nivel del juego?

– Rubbing – se encogió de hombros – Te lo dije esta mañana.

– Sí, pero no soy bilingüe, Mina – giró los ojos – ¿Qué es eso?

– ¿Quieres que te lo explique o que te lo demuestre? – sonrió lascivamente y las mejillas de la menor se sonrojaron.

– Vamos a mi habitación – se puso de pie y aún con la vergüenza a mil, caminó escaleras arribas con la pelinegra siguiéndola.

Al llegar, la menor hizo entrar a Mina de las primeras y cerró la puerta con seguro. Aún sabiendo que estaban completamente solas en casa, quería asegurarse en caso de cualquier interrupción repentina. Por su parte, la japonesa comenzó a ponerse nerviosa. Si bien, este "nivel" del "juego" que estaba haciendo con la menor no eran tan íntimo como el anterior, pero ahora era diferente ya que iban a tener una cercanía más directa.

No sabía si iba a poner controlarse.

– ¿Y bien? – Chaeyoung juntó sus manos – ¿Comenzamos?

– Hablas de manera tan segura que me hace pensar que has hecho esto otras veces – murmuró la mayor – Yo siento que voy a desmayarme en cualquier momento.

– Mina unnie, el hecho de que me vea segura no quiere decir que no esté nerviosa – apuntó.

– ¿No podemos cambiar el nivel del juego? – preguntó de repente y la rubia bufó.

– ¿Cambiar en qué sentido?

– De Rubbing a Petting – sonrió nerviosamente.

– Lo pensaré si me dices la diferencia – jugó la menor sentándose al final de la cama, con sus piernas cruzadas.

– Es básicamente lo mismo – rascó su nuca – En términos simples, el Putting es sexo con ropa, el Rubbing es... Lo que hicimos esta mañana.

Chaeyoung la miró y se quedó en silencio, causando que el nerviosismo de la mayor aumentara cada segundo.

– Ambas opciones suenan tentadoras – habló finalmente – Pero... Dicen que las segundas opciones suelen ser las mejores.

Mina tragó saliva, no esperaba que la coreana dijera eso. Realmente esperaba que eligiera la primera opción, aún se le hacía un poco extraño aquella faceta tan osada que estaba mostrando su menor.

– ¿Estás segura?

– Otra vez con lo mismo – giró los ojos poniéndose de pie – Ya te dije que estoy segura, Mina unnie.

– Pero, pero...

– Agh, a veces me estresas – la interrumpió – Cierra la boca de una vez – masculló tomándola de la camiseta para juntar sus labios en un beso que Mina jamás pensó que se daría con Chaeyoung.

Era rápido, hambriento y húmedo, casi necesitado. El calor de sus cuerpos se mezcló casi asfixiándolas, los brazos de la coreana rodearon el cuello de la más alta mientras ésta sostenía su cintura, pegándola aún más a ella. Juntas, sin separarse, comenzaron a caminar hasta que las piernas de Mina chocaron con la cama, haciendo que pierda el equilibrio y termine tumbada boca arriba con Chaeyoung sobre ella.

– Tengo una idea... – susurró sobre sus labios.

– ¿C-Cuál? – hasta este punto, ya comenzaba a asustarse por lo que podría hacer la menor, estaba siendo bastante impredecible.

– ¿Qué tal si mezclamos el Petting con el Rubbing, unnie? – preguntó coquetamente.

– ...

CONTINUARÁ...

Próximo capítulo con contenido explícito🤭

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Creampie || MiChaeng (G!P) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora