Creampie || MiChaeng (G!P) [PAUSADA]

Treinta y Cinco

Dos semanas después...

– ¿No se les hace raro que la escuela esté tan tranquila? – Yuqi preguntó, caminando por los pasillos del instituto.

– Eso es porque Yeji no ha venido a clases desde la fiesta de invierno – comentó Momo – Mina, ¿tú sabes algo?

– ¿Por qué debería saber sobre Yeji? – la japonesa enarcó una ceja – Por mí que siga desaparecida, no tenemos este tipo de tranquilidad siempre y hay que aprovecharla.

– Mina tiene razón – adjuntó Solar – Los pasillos son el paraíso cuando esa zorra no está cerca.

Mina se detuvo en su casillero para sacar sus libros, pero en cuanto abrió la puerta, una pequeña caja cayó golpeándola en la cabeza.

– ¿Qué carajos es esto? – preguntó tomando la cajita, la cual era de color blanco y estaba amarrada con un listón de colores – Aún no es mi cumpleaños.

– ¿Tienes un admirador secreto, Myoui? – se burló Yuqi y la japonesa frunció el ceño.

– ¡Ábrelo! – alentó Momo emocionada – Amo los regalo.

– ¿Qué tal si es una trampa? Puede ser una bomba de tinta, si yo fuera tú lo tiraría a la basura – dijo Solar desconfiada.

– No creo que sea algo malo – murmuró la japonesa, quitando el listón para abrir la cajita.

Fue entonces cuando deseó no haberlo hecho, dentro de la cajita había un pequeño zapatito de bebé con una nota que decía "Felicidades, Mami Mina". Todo el color del rostro de Mina desapareció y el oxígeno quedó atrapado en sus pulmones, dejó caer la cajita y dio un paso atrás, completamente mareada.

– ¿Mina? – Solar automáticamente se acercó, preocupada – ¿Qué ocurre?

– ¡No jodas! – chilló Yuqi levantando la cajita del suelo – ¿¡Chaeyoung está embarazada!?

– No, no... – Mina apenas podía hablar, si esto se trataba de una broma, era una de muy mal gusto.

– No mames, Myoui, nunca nos dijiste que íbamos a ser tías – criticó Momo, ofendida – Espera, ¿por qué no estás feliz?

– Buenos días – la voz de Chaeyoung hizo acto de presencia y todas se voltearon para encontrarse con la coreana, acompañada de Soyeon, Moonbyul y Dahyun.

– ¡Felicidades! – chillaron Yuqi y Momo al instante, abrazando a la menor que quedó estupefacta.

Solar simplemente se quedó junto a Mina, quien parecía haber entrado en una especie de transe interdimensional.