Creampie || MiChaeng (G!P) [PAUSADA]

Siete

– De acuerdo – aceptó – Entonces, Minari... – la miró a los ojos – ¿Cuál es el primer nivel de juego?

La japonesa tragó saliva y acercó su rostro al de la menor, lentamente, casi pidiéndole permiso para besarla. Chaeyoung sonrió sutilmente y cerró los ojos esperando el contacto definitivo, las mejillas de ambas estaban de un color carmesí y el cosquilleo casi inevitable de sus estómagos se desató cuando el primer roce llegó.

Ninguna hizo movimiento alguno, simplemente se quedaron unos segundos con sus labios tocándose. En teoría este era el primer beso de la coreana y para Mina... Bueno, Mina había besado a muchas personas antes, pero en este momento era como si hubiera olvidado cómo hacerlo correctamente. Estaba nerviosa, emocionada, ansiosa y conmocionada al mismo tiempo, no sabía cómo actuar realmente, se sentía como una jodida virgen sin experiencia.

Chaeyoung abrió los ojos un momento y observó como su mayor mantenía los ojos cerrados con fuerza, como si tuviera miedo de algo. Sintió una cierta ternura ante eso, pero ya se estaba tardando demasiado. Ladeó la cabeza levemente y movió sus labios, tomando la iniciativa del beso, teniendo control sobre este a pesar de la poca experiencia.

Mina alzó ambas cejas, sorprendida por el repentino arranque de valor de la rubia, pero correspondió al instante. El beso era algo torpe y lento, pero todo tomó un giro inesperado cuando la mayor sintió las manos de Chaeyoung en sus hombros, casi sosteniéndose. Esa fue la señal para que la japonesa subiera un poco la intensidad.

Bajó sus manos y las posicionó en la cintura de la menor, pegando su cuerpo al suyo y presionándola contra la pared. Chaeyoung jadeó en su boca al sentir la erección de la pelinegra en su abdomen, estaba pasando, iba a pasar.

– Mina... – rompió el beso desviando el rostro.

La mayor apoyó su cabeza en el hombro de Chaeyoung y respiró profundamente, tratando de calmar sus nervios y excitación para no cometer un error. Mordió su labio y se alejó para mirar a su menor, quien tenía una tímida sonrisa en el rostro y los ojos brillantes.

– No me mires así – se quejó con las mejillas sonrojadas.

– ¿Cómo se supone que te miro?

– Como si sintieras lo mismo que yo – murmuró y Chaeyoung sintió algo en el pecho.

¿Acaso Mina era idiota? O sea, sí, lo sabía. Pero no pensaba que lo era tanto, ya estaba prácticamente exagerando.

– Uhm, no recuerdo haberte dicho que no siento nada por ti – comentó y Mina se quedó tiesa – Aunque tampoco te lo he confirmado.

– ¡Yah! ¡No juegues conmigo! – lloriqueó causando que la menor ría – ¿No puedes ser sincera?

– Mina unnie, a veces eres una tonta – acarició su mejilla con ternura – A veces, siempre.

– ¿Eh?