Nuevamente, el dios del engaño y la hija de Tony, ya casados y con una vida establecida, deberán enfrentar nuevos problemas en su relación, demostrando otra vez que aunque el amor duela, es la fuerza más poderosa que hay en el mundo.
Pero, ¿y si est...
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New York, una semana después.
Thor abrió la puerta con lentitud, soltando un suspiro de alivio cuando encontró a su hermano recostado en la cama, durmiendo al fin.
La semana no había sido prácticamente un camino de rosas, desde que se descubrió que la memoria de ___ había sido borrada, Loki no había logrado conciliar el sueño desde entonces, teniendo constantes pesadillas, incluso estando despierto. Se torturaba todo el tiempo, echándose la culpa de lo sucedido y que ahora no sabría como recuperar a su esposa, quien ya no sabía que lo era, y todo empeoró cuando no se encontró alguna otra anomalía entre los planetas, además de que tampoco se halló rastro del libro antiguo que hablaba sobre Galactic queen.
Se permitió recostarse a su lado, notando que el dios del engaño estaba aferrado con fuerza a la última prenda que la terrana utilizó.
No podía imaginar el dolor que sentía al ver todo lo que está ocurriendo con el amor de su vida.
Él intentaba mostrarse fuerte para su hermano y todos los demás, pero estaba rompiéndose por dentro por la situación con su mejor amiga, aún así, trataba de no perder la esperanza en que podría recuperarla a ella y a sus memorias.
En ese momento la puerta volvió a abrirse, mostrando a una Natasha con el pelo recogido en una coleta maltrecha, un hoodie gris y un pantalón negro, manteniendo en sus manos una bandeja de comida.
—Hola... —susurró, entrando con cuidado— ¿Al fin se durmió?
Éste asintió.
—Las pastillas para dormir sí funcionaron, te agradezco por eso, en verdad necesitaba que descansara.
La pelirroja le ofreció la bandeja, Thor la tomó brindándole una sonrisa, invitándola a sentarse a su lado.
—¿Qué vamos a hacer?
—Para serte sincero, no lo sé Nat. Todo esto me llegó como un balde de agua fría, y no sólo a mí, a Loki, a todos ustedes...
—Sí, en realidad todos estamos muy afectados... —asintió— Steve y Bucky se sienten muy mal.
El rubio rodó los ojos.
—Eso no sirve de nada si después seguirán siendo unos patanes.
—Al parecer el dolor los está cambiando, Thor. Han pedido hablar con Loki cuando despierte.
—No creo que eso sea una buena idea. —negó con la cabeza, haciendo una mueca.
La espía apretó los labios, estando de acuerdo con las palabras del dios, en los anteriores intentos de reconciliación entre la pareja y los amigos, las cosas siempre se transgiversaron también.
—Pero, ¿sabes qué? —volvió a hablar— Estoy seguro de que ___ quiere vernos a todos unidos, así que podríamos intentarlo.
Ella sonrió tristemente.
—___ y su buen corazón, la extraño...
Thor la abrazó por el hombro, a la vez que sus ojos se cristalizaban debido a que su mente lo transportó a un dulce recuerdo junto a la castaña.
*Recuerdos*
Los dos amigos estaban dormidos en la misma cama, la mujer de ojos color avellana estaba atravesada en la cama, con su cabeza recostada en el estómago de su mejor amigo, quien se encontraba en una pose recta, soltando pequeños ronquidos.
De pronto, la Stark comenzó a dar pequeños respingos en su lugar, mientras sus labios emitían gruñidos y sus ojos aún cerrados brotaban pequeñas lágrimas, eso provocó que el dios del trueno abriera los ojos de golpe.
Su mejor amiga estaba teniendo otra pesadilla.
Actuó rápidamente posando sus manos en la cabeza de la chica, acariciando su cabello.
—Shh... —murmuró con suavidad— Tranquila, todo está bien.
Las lágrimas comenzaron a salir con más velocidad de los ojos de la castaña, que no había despertado en ningún momento, estando demasiado atrapada en su pesadilla.
Sabía que podía hacer para que se calmara, cantarle una canción.
—You have my heart, we'll never be worlds apart... —cantó, limpiando las lágrimas de su rostro— Maybe in magazines, but you'll still be my star.
Los sollozos de ___ comenzaron a disminuir, a medida que el rey de Asgard cantaba.
—Baby, 'cause in the dark you can't see shiny cars, and that's when you need me there, with you I'll always share...
Continuó acariciando su cabello, mientras la hermosa luna de Asgard alumbraba la habitación.
—Because when the sun shine, we shine together. —entonó sonriendo hacia la ojicafé— Told you I'll be here forever, said I'll always be your friend, took an oath, I'ma stick it out till the end.
Los cristalizados ojos de la Stark se abrieron, notando encima de ella al dios del trueno, en seguida esbozó una pequeña sonrisa entre sus lágrimas.
—Now that it's raining more than ever, know that we still have each other, you can stand under my umbrella...
—You can stand under my umbrella... —completó ella suavemente, inclinándose para abrazarse al rubio.
Thor soltó un sollozo en lo bajo, abrazándose más a Natasha, quien no dudó en rodearlo con ambos brazos y sobar su espalda.
—Yo también la extraño... —jadeó entrecortadamente— La extraño muchísimo.