[32. Un sentimiento familiar]

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Loki la llevó hasta la habitación, en cuánto llegó, cerró la puerta tras de sí, para luego fijarse en su esposa, quien lo miraba con sus ojos plateados brillantes

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Loki la llevó hasta la habitación, en cuánto llegó, cerró la puerta tras de sí, para luego fijarse en su esposa, quien lo miraba con sus ojos plateados brillantes. Sin pensarlo demasiado, volvió a unir sus labios, mientras una de sus manos hacia un recorrido por su espalda, hasta llegar a su trasero, donde le dio un ligero pellizco.

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Se tumbaron en la cama con delicadeza, mientras el dios se quitaba su propia camiseta, dándole oportunidad a su acompañante de acariciar su musculosa espalda, haciéndolo sentir en paz.

Bajó sus labios al cuello de la castaña, lamiendo, besando y mordisqueando a su gusto, a la vez que provocaba que ella comenzara a soltar ligeros jadeos de placer. En un movimiento rápido, ella se deshizo de la parte superior de su vestimenta, no llevaba brasier, por lo cual el hombre no tuvo que molestarse en quitar la fastidiosa prenda, simplemente dirigió su boca a uno de sus pechos.

—Oh... —gimió suavemente, posando su mano en la nuca del pelinegro.

Mientras él estaba entretenido entre sus pechos, ella aprovechó para quitarle su pantalón, usando sus pies en el acto, hasta que finalmente la prenda cayó al suelo.

El ojiazul emitió un gruñido cuando la mano de la mujer se dirigió a su sexo, masajeándolo sutilmente por encima de la tela de su ropa interior, por lo cual éste la despojó de su jogger con agilidad, dirigiendo sus largos dedos hacia su feminidad, notando lo húmeda que estaba para su satisfacción.

—¿Quieres que te haga mía, mi reina?

—Sí, lo quiero.

Deslizó la prenda por sus suaves piernas, arrojándola lejos, mientras se despojaba de la suya propia. Apoyó sus codos en el colchón, juntó su frente con la de la ojiplateada y así comenzó a entrar lentamente en ella.

—Ah, cielos... —cerró los ojos con fuerza.

—Shh, aquí estoy muñeca.

Las embestidas comenzaron siendo lentas pero con un poco de fuerza, la castaña en seguida se abrazó a su espalda, sintiendo una gran sensación de placer que era muy conocida para ella.

Su mente divagó entre el recuerdo de unas dulces palabras.

*Flashback*

—¿Me volverías a elegir en otra vida, ___?

—Te elegiría en esta y en todas las que viva, quiero que tú seas el que me ame para siempre Loki.

Gimió escandalosamente cuando el ritmo de las estocadas aumentó.

—¡Ah, Loki!

—Puede que tú no me recuerdes, pero tu cuerpo sí. —musitó jadeante, mordisqueando su oreja.

"Quiero recordarte, pero no lo consigo." Pensó ella para sus adentros.

Ella volvió a besarlo con deseo, soltando un gemido ahogado cuando éste levantó sus caderas para hacer más profundas las embestidas, sus piernas comenzaron a temblar, indicando que estaba a punto de culminar.

—Loki...

—Espera a tu rey, belleza. —demandó, mordisqueando su labio inferior.

Existió un deja vú en aquellas palabras.

Se aferró con fuerza a él cuando sintió una oleada de placer llenarla, indicando que ambos habían llegado al clímax de su encuentro, ninguno se separó, sus cuerpos estaban sudorosos, su respiración era agitada, y no se habían quitado los ojos de encima él uno del otro en ningún momento.

Allí, viéndolo a sus bellos ojos azules, con el cabello desordenado y la boca entreabierta, ella sintió algo.

Un sentimiento muy familiar.

El amor, la cosa más poderosa de todo el universo.

Pero, ¿qué pasa si el amor no es suficiente para que ella restaure sus memorias?

¿Se quedaría Loki con ella a pesar de todo?

¿O acaso se iría?

Reaccionó al mundo nuevamente en cuando sintió algo mojado caerle al rostro, cuando observó al dios nuevamente, éste la miró con preocupación.

—¿Q-qué tienes? ¿Por qué estás llorando?

—Si nunca recupero mis memorias, ¿aún así te quedarías conmigo?

Él se apresuró a tomar su rostro y besarla amorosamente.

—No importa cuántas tormentas vengan, me quedaré aquí contigo. —aseguró— Eres el amor de mi vida, ___. Nada cambiará eso.

—Lamento lo que dije hace unos días.

—Y yo lamento ser un idiota la mayoría del tiempo. Pero nada de eso importa, mientras nos amemos.

Más allá de que sus cuerpos desnudos estuvieran juntos, había algo más importante.

Sus almas habían vuelto a reconectar.

...

Al anochecer.

Se quedaron acostados juntos, hasta que al cabo de un rato ambos habían quedado profundamente dormidos, sin embargo, en medio de la noche, la mujer despertó. Se levantó sigilosamente de la cama, tomando sus prendas, vistiéndose lo más silencioso que pudo, en cuánto se halló decente, se dispuso a salir a la cocina por un vaso de agua.

Caminó por el lugar, observándolo detalladamente, observando fotografías, las decoraciones, tocando cada cosa para volver a familiarizarse con todo.

Temía que no pudiera volver a recordar, y que todo el esfuerzo que han hecho los demás no sirva para nada.

Encontró una foto de ella misma colgada en la pared, en esta se encontraba con un elegante vestido y un diploma entre sus manos, el cual indicaba que se había graduado con éxito y ahora era una profesional en Administración de empresas. Su cabello estaba corto, casi hasta los hombros, su cuerpo era un poco más delgado, sus ojos cafés destellaban de alegría y su sonrisa resplandecía en la fotografía.

A su lado, notó un espejo, donde se visualizó a como era ahora, cabello hasta los codos, ojos plateados y una sonrisa que no se veía tan feliz.

No era la misma mujer de la fotografía.

—¿Intenta reconocerse, majestad? —habló una voz a sus espaldas— ¿O debería llamarte ___?

La mencionada abrió los ojos de par en par, girándose hacia la voz que le había hablado, encontrando tras ella a Mephisto y Karun.

—¿C-cómo lograron salir?

—Destrozamos la cueva después de varios intentos de escape, no contabas con ello, ¿verdad?

—¿Qué esperabas que sucediera? ¿Qué en cuánto recuperaras tus memorias irías a acabar con nosotros? Es ridículo.

La reina apretó la mandíbula, sintiéndose furiosa.

—Ustedes sólo querían utilizarme.

—No seas dramática, Galaxia.

—Mi nombre no es Galaxia, esa era mi madre, ¿no es así, Karun? —arqueó las cejas— Tú querías convertirme en ella, me llenaste la cabeza con sus recuerdos, memorias de una vida que no es mía.

—Basta, olvidémonos de todo esto y volvamos a Nix, allí eras feliz.

—¡Viviendo a base de mentiras! ¡Ustedes me arrebataron mi vida!

¿Volverás a mí? [loki y tú - 2datemporada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora