¿Volverás a mí? [loki y tú - 2datemporada]

[44. ¿Qué pasa si...?]

Un rato después.

Loki entró a la habitación, encontrando a su hermano sentado en la cama con la mirada perdida, pero éste inmediatamente levantó el rostro en cuanto sintió su llegada.

—¿Qué sucede, Loki?

—He tenido una discusión con ___, creo que ambos nos pasamos de la raya.

Suspiró, sentándose en la cama, mientras el rubio se acercaba un poco más.

—No creo que sea conveniente que discutan ahora.

—Ya lo sé, ¿pero qué puedo hacer? —se pasó una mano por el cabello— Ella dejó en claro que deseaba que la dejara en paz.

—¿Y le harás caso después de que has sabido que eso no es lo correcto?

—Simplemente no sé como manejar la situación.

—Es sencillo, sólo no seas un patán.

—Ja ja, qué gracioso.

—Hablo en serio, hermano. ___ necesita de nosotros, más de ti, así que no puedes dejarla a su suerte.

El pelinegro suspiró.

—Tienes razón.

...

—¿Entonces tienes que usar lubricante para tu brazo de metal?

—Oh, qué asquerosa ___.

La castaña rio, era la primera vez que podía pasar un rato agradable con Bucky sin ningún problema de por medio.

Tal vez sólo era cuestión de perdonar.

—Sólo quería entender, nada más.

Pero antes de que pudieran seguir su charla, alguien entró al lugar

—Hola... —habló sigilosamente, después de encontrar a su esposa en la biblioteca  junto a Barnes— ¿Podemos hablar?

Ella arqueó una ceja.

—Estoy ocupada.

El dios del engaño rodó los ojos, posando su vista en el soldado más tarde.

—Barnes, ¿podrías dejarnos solos por favor?

—Por supuesto.

El ojiceleste se levantó de la silla, pero la mujer lo detuvo.

—No tienes que irte.

—Sí, sí tiene. —siseó su esposo entre dientes.

Largos minutos después, le permitió al hombre marcharse, dejándola a solas con el ojiazul, sin embargo, tomó rápidamente un libro, comenzando a leerlo para así no tener que hablar con él.

—¿Podrías mirarme a la cara, ___?

No respondió.

—¿Entonces no vas a hablar conmigo?

Continuó sin contestarle.

¿Por qué esa mujer tenía que ser tan testaruda?

Descaradamente, arrancó el libro de sus manos y lo lanzó lejos, pero esto no la inmutó, ya que simplemente se cruzó de brazos, evitando su mirada.

—Por favor ___, sólo quiero arreglar las cosas.

Finalmente, ella suspiró.

—¿Para qué? ¿Qué sentido tiene? —apretó los labios— Al final, siempre vamos a volver aquí.

—¿Y qué? Siempre vamos a poder solucionarlo.

—¿Entonces pretendes que nos mantengamos en un ciclo de peleas y soluciones por el resto de nuestras vidas?

Esta vez, él que no respondió fue el, sin saber qué decir al respecto.

—Nos fuimos de aquí porque así podríamos acabar con esta mierda, pero adivina qué Loki, otra vez estamos aquí, en una situación peor.

—¿Entonces qué pretendes tú? —arqueó las cejas— ¿Que nos alejemos? ¿Que nos divorciemos?

—¡No lo sé! Simplemente no puedo lidiar más con estas situaciones.

—¿Por qué no, ___?

Esa era la pregunta que rondaba en su cabeza desde hace horas.

¿Por qué no puede lidiar más con él?

¿Por qué prefiere alejarlo?

—¿Acaso ya no me amas?

—¿Qué tiene que ver el amor con todo esto?

—Todo, ___. Tiene que verlo todo cuando se trata de nosotros, pero como no recuerdas un carajo de nuestra vida juntos, no lo sabes. —rechinó— Si me amas, no importa cuántas veces la cague, al final siempre vas a volver a mí; si te amo, no importa cuántas veces la cagues, al final siempre voy a volver a ti. El amor implica eso, tú y yo hemos pasado por muchas cosas y aún así estamos aquí, porque el amor se vive, con dolores incluídos.

Se quedaron en silencio unos minutos, hasta que ella sintió las lágrimas llegar a sus ojos.

—¿Y que pasa si el amor no es lo suficientemente fuerte esta vez?

—¿No confías en la fuerza de nuestro amor?

—No lo sé, Loki. —dijo en un hilo de voz.

El dios se levantó, saliendo rápidamente del lugar, mientras la Stark se estrujaba la cabeza.