Erahia

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Suspiré emocionada tomando mi bolso y los libros que usaría en la primera clase.

-¿Tienes todo?

-Si mamá-rodé los ojos escuchando como las tres se empujaban entre si para tomar el espacio en frente de la cámara.

-¿Comiste todo en tu plato?

-¿Te lavaste los dientes?

Solté una risita y me acerqué a la mesa para tomar el celular apuntando la cámara hacia mí.

-Si-reí divertida-ya debo irme, a la noche las llamo.

-¡Cuídate cariño!-gritaron las tres al unísono.

-Adiós mamás.

Finalmente corté la llamada y me dirigí a lo que sería mi primer día de universidad.

Después de mis 20 años de edad asistiría a una universidad.

Como mujer loba, mi vida duraba mucho más que la de un humano normal, pero aun así sentía que debía aprovecharla lo más que pudiera.

De niña, mi manada fue invadida y destruida. Tres increíbles brujas, hermanas y amigas de mi madre, me adoptaron como su hija y desde entonces ellas me han criado.

Mi madre era una bruja y mi padre un Alfa poderoso de una gran manada; y yo, como su hija, soy una Alfa, o mejor dicho soy "la Alfa de la leyenda"

Una loba solitaria que nunca tendría manada, ya que, si la tuviese, pasaría lo mismo que pasó con la manada de mis padres. Mis madres lo sabían, por eso me mantuvieron oculta hasta mi transformación.

Cuando finalmente me transformé en la "loba de la leyenda", todos supieron la razón del nombre otorgado.

Era una Alfa, pero más allá de eso, mi loba era muy diferente a cualquier otro; era más fuerte, más resistente y más ágil, una bendición para nuestra raza, pero una maldición para mí.

Mis madres llegaron a un acuerdo con el consejo de lobos. Cada dos semanas me encargaría de viajar y apoyar a las manadas, sería parte de su defensa y los ayudaría a reforzar las suyas, todo con el fin de que los lobos me aceptaran como parte de su raza.

Desde mis dieciséis años comencé con mi viaje de manada en manada cumpliendo con mi deber.

Pasé por demasiado, y aunque no culpaba a mis madres, me sentía incompleta, porque como cualquier lobo, yo también quería pertenecer a una manada pero por mi condición, nunca podría, y eso en parte era doloroso para mí y mi loba. 

Después de muchos años, pude convencer a mis madres que me dejaran asistir a una universidad; pensé que, si no podía pertenecer completamente a los lobos, tal vez, podría estar acompañada por los humanos.

Para mi suerte, este año fue el decisivo, y aquí me encontraba, dirigiéndome a mis clases.

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Holaaa, para todos aquell@s que siguen o que han empezado a leerme *ruido de tambores*: ¡Volví a wattpad!, para ser más específica volví a publicar en wattpad ya que siempre estuve en wattpad leyendo, peeeeroooo volví.

Esta es una historia de un género que desde siempre quise escribir pero nada de lo que se me ocurría me gustaba así que se podría decir que este es un prototipo de un género que espero (más que nada por mis tiempos y mi imaginación) seguir escribiendo.

Quiero aclarar que esta historia está terminada (no como otras historias que subí a mi perfil y están incompletas porque tuve un bloqueo lector *cof cof reencarnación*, *cof cof venganza cof*) así que a medida que corrija los capítulos los iré subiendo.

Otra aclaración, esta portada por ahora es provisoria, tal vez no les interese pero algunas veces puede provocar malentendidos (sobre todo en las bibliotecas privadas) cuando aparecen portadas desconocidas.

¡EN FIN!, no soy una autora de notas, y posiblemente más tarde me arrepienta de haber escrito esta, pero espero disfruten la historia.

Gracias por leerme :)