Sin poder evitarlo, una sonrisa se había instalado en mi desde anoche y estaba segura que mientras estaba dormida también estuvo allí.
"Nuestro", gruño posesiva mi loba.
Al principio me había asustado cuando vi que Matt se había desmayado, sabía que era uno de los efectos de ser marcado por primera vez, pero eso no quitó el hecho de que tuve miedo.
Aunque cuando finalmente vi como respiraba de forma pausada supe que se había quedado dormido.
Mi bello mate se encontraba de costado en frente de mi con su cabello desordenado y sus hermosas pestañas tocando sus mejillas de forma delicada.
Era hermoso.
Bajé un poco mi mirada sintiendo como mi pecho se llenaba de orgullo al ver mi marca sobre su cuello. Por ahora tendría ese hematoma manchando su piel, pero luego desaparecería.
Aunque mi aroma ahora impregnado en él por la marca no desaparecería nunca.
Lo escuché quejarse antes de que unas bellas piedras preciosas me desearan los buenos días.
-Hola-dijo sonriendo adormilado.
-Hola.
Sin previo aviso estiró sus brazos y me atrajo a su pecho.
-Así está mejor-dijo sobre mi cabeza haciendo que riera.
-¿Cómo te sientes?-pase mi mano por la marca que ahora la tenía justo en frente de él.
En el instante en el que mis manos lo tocaron, sentí como temblaba. Agrande mi sonrisa sabiendo que ahora me sentiría el doble que antes por la marca.
-Duele un poco, pero es tolerable.
-Lo siento-me disculpe sintiéndome un poco culpable-intente ser lo más suave que pude.
-Tranquila-dijo acariciando mi espalda-todo está bien, además estoy feliz con el resultado.
Apoyé mis manos en su pecho y me alejé para ahora volver a verlo de frente.
-¿Qué sientes específicamente?
Tenía un poco de conocimiento de que sucedería una vez que recibiera la marca, pero no estaba del todo segura de lo que Matt sentiría como humano.
-Es extraño, se siente como si tu fueras una extensión de mí.
-Lo sé-dije feliz-yo siento lo mismo.
Lentamente nos comenzamos a acercar el uno al otro cuando escuchamos el ruido de un celular sonar.
-Tranquila lobita-dijo Matt riendo ante mi gruñido.
Se volteó hacia dónde provenía el ruido y salió de la cama tomando sus vaqueros del suelo.
-¿Hola?
No quería escuchar su conversación, pero por mi oído pude distinguir que hablaba con una mujer mayor.
-Si, lo siento, creo que...-se volteó hacia mi sonriendo-me distraje un poco.
Mordí mi labio inferior intentando contener mi risa.
Colgó la llamada y fue hacia un bóxer que también se encontraba en el suelo.
-¿Te irás?-pregunte intentando ocultar mi desilusión.
-¿Y dejarte así?-pregunto dramático a lo que reí-no, voy a hacer el desayuno.
Se subió a la cama y dejo un rápido beso en mis labios.
-No tenías por qué cambiarte-dije en un puchero.
-Tenía que hacerlo-hablo dirigiéndose hacia la puerta-sentía que en cualquier momento sería devorado.
Y con eso salió de la habitación mientras yo sentía mi rostro caliente.
..
Saboree una frutilla antes de comer un pedazo del delicioso panqueque con miel.
-Me alegro que te haya gustado-dijo Matt divertido.
-No sabía que cocinaras tan bien-sonreí-en verdad está delicioso.
Había tenido tiempo de ponerme mi pijama mientras Matt se había ido a preparar el desayuno y ahora nos encontrábamos en la cama comiéndolo.
Bajé mi taza y con cuidado de no tirar la comida me acerqué a su cuello acariciando su suave piel con mi nariz.
Sonreí ligeramente al sentir su leve estremecimiento.
-Erahia, déjame comer algo almenos-dijo divertido, por su tono sabía que intentaba disimular lo afectado que se encontraba.
-Hueles delicioso-dije absorbiendo su aroma.
-¿Vainilla?
-No, ahora tienes mi esencia mezclada con la tuya-hable orgullosa.
Me separé de su cuello y con mi mano atraje su rostro hacia mi.
-Mío-reclame con mis ojos clavados fijamente en los suyos.
Levantó sus cejas sorprendido para después apoyar su frente con la mía al mismo tiempo que cerraba sus ojos.
-Mia-murmuro haciendo que mi pecho se hinchara de felicidad.
Ahora todo finalmente estaba en su lugar.
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Erahia
WerewolfErahia no es una mujer loba como cualquier otra, es la Alfa de la leyenda. La fuerte y solitaria Alfa de la que todos temen y respetan. Matthew es un simple humano que después de un par de años finalmente tomó la decisión de asistir a la universidad...