CAPÍTULO 30

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Días después.

-Voy a extrañarte mucho. - Confesó la fotógrafa acariciando la cabellera de Emily que se encontraba en su pecho, luego de hacer el amor.

-Y yo a ti, cariño, pero el cinco estaré de vuelta y podremos estar juntas. - Besó su clavícula tiernamente.

-De hecho no, Em. Tengo un viaje de trabajo. - Finalmente le informó. - Me voy un día antes que vuelvas.

La modelo se incorporó para verla a los ojos. - ¿Dónde estarás?

-Londres. - Respondió intentando no dar tantos detalles.

-¿Y regresas..?

-Intentaré volver antes del próximo desfile.

La modelo ofuscó su gesto. - El próximo desfile es el quince. ¿Me estás diciendo que después de hoy, probablemente no nos veremos hasta dentro de dieciocho días?

Tatiana respiró hondo, evitando su mirada. - Es algo que debo hacer, bonita, tal vez vuelva antes pero la verdad es que no sé cuánto tiempo me tome.

-Eso lo entiendo cariño, sé lo entregada que eres con tu trabajo. - Besó el dorso de su mano cuando la fotógrafa finalmente la observó, sintiéndose malditamente culpable. - Pero me hubiese gustado saberlo antes, tal vez habría aprovechado mejor el tiempo contigo.

Y la fotógrafa supo que esa era su oportunidad de librarse del tema.

-¿Te parece que no lo hemos aprovechado? - Preguntó curvando la esquina de su boca. - Desde el día que fuimos a patinar, no hemos dejado de vernos.

-¿Hablas del día en que me pediste ser tu novia? - Inquirió la modelo con una chispa de diversión.

-Supéralo. - La fotógrafa rodó sus ojos extrayendo una pequeña risa en Emily, quien no tardó en trepar sobre ella, sus cuerpos unidos, piel con piel.

-La cazadora fue cazada. - Le jugó rozando sus labios y antes de que pudiera evitarlo, Tatiana la giró, invirtiendo sus posiciones.

Todo el aire abandonó sus pulmones al sentir el cuerpo desnudo de la fotógrafa sobre el suyo, posesivo, demandante, inmovilizando sus manos por encima de su cabeza.

-Cuidado, bonita. - Advirtió mirándola con intensidad. -  Yo nunca he sido una presa fácil de dominar. 

-Cuidado, novia. - Imitó su tono, retándola. - Recuerda que tus nunca conmigo se han hecho realidad.

La fotógrafa no se esperaba aquella audaz respuesta, por eso fue inevitable que la sorpresa se mostrara brevemente en sus facciones acelerando los latidos en Emily, pues ella tampoco sabía de dónde le había salido tanta seguridad. 

-Sin duda, eres un peligro. - La fotógrafa negó, sonriendo. - ¿Sabes qué se hará realidad ahora mismo, amor? - Lanzó con pretensión aquella pregunta, mientras sus caderas comenzaban a moverse con absoluta maestría.

Levantó sus cejas complacida cuando observó a Emily apretar sus labios y sujetar con fuerza sus manos.

-¿Qué? - Intentó sonar natural pero sus cuerdas vocales fallaron, delatándola con un suave jadeo.

-Tú... Gimiendo en mi oído mientras te lleno de placer. - Sus movimientos se hicieron más intensos, pero sin ser apresurados. ¿Qué te parece si te hago el amor tan maravillosamente, que no podrás sacarme de tu mente en todos estos días que estarás sin verme?

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